15 diciembre, 2005

Editorial Mate Tuerto se congrace en presentar...

Los próximos títulos de su flamante sello editor:

Hímen y Castigo

Anna Vaselina

Si una noche de invierno un cerrajero

Los Detectives Salames

Doctor Soyvago

Los Siete Mocos

Micciones

Sobre Héroes y Sungas

El Llamado de la Melva

5 comentarios:

  1. Hay cimas y simas. Ejemplo de la primera: Hímen y Castigo. Caso de la segunda: Los detectives salames.
    Pero está bien, Zed, no se puede ser genial todo el tiempo. (Basta con serlo de tanto en tanto.)
    Saludos y felicitaciones,

    Matías Pailos

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  2. No, no, Pailos, yo justamente soy tan, pero tan, genial, que a veces me da vértogo y digo, ¿no me estaré volviendo un genio a tiempo completo? Entonces ensayo la creación mediocre, a ver si me sale, este y otros post venideros son prueba más que suficiente de que todavía puedo desempeñarme con holgura en esos registros.


    Zed de mal

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  3. Zedi Cioso: un jugador de toda la cancha.
    Es como cualquier ser cabalmente todopoderoso, que puede incluso tornarse impotente a voluntad. Esto, de hecho, es lo que Zed le dice a su novia cada vez que no está en condiciones de sostener una justa amorosa: no es que no puedo, querida; es que no quiero.

    Matías

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  4. Exactamente, y en los contados casos en que puedo, no digo que puedo, sino que no quiero no poder.
    ZC

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  5. ((Porque para el bivalente Cioso, querer equivale a no querer no querer. Esto puede ser cuestionable. (A mí, de hecho, me parece una vil patraña. Pero he visto a las mentes más brillantes de mi generación (y de más antiguas generaciones (para el caso)), sostener cosas como las que Zed defiende.))

    Matías Pailos)

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