Los latinoamericanos no sabemos coger, sostiene Bolaño. ¿Qué, los yanquis sí? ¿Los europeos sí? ¿Los asiáticos, los africanos, los oceánicos sí? ¿Sí los antárticos? ¡Andá, Bolaño!
Gracias, gracias, muchas gracias. Nuestro blog es un tanto arcaico. Somos todos medio analfabetos informáticos, así que sabé disculpar las deficiencias.
Primero y principal nunca tuve sexo con un hombre ni latinoamericano ni de ninguna otra región geográfica por lo tanto lo de bolaños no tiene base de discusión para mí. Por otro lado: Acaso bolaños sí se acostó con hombres latinoamericanos y no latinoamericanos como para hacer esa afirmación? y si para decirlo se guía por los comentarios de sus amantes o ex amantes... bueno, las mujeres se ponen suceptibles si después del sexo reciben un whisky (con suerte) en lugar de un abrazo.
a ver, cómo es el link...porque aki falta alguna especificidad, ue yo recuerde
ResponderBorrar(me gustó tu critica sobre El Pasado)
Gracias, gracias, muchas gracias.
ResponderBorrarNuestro blog es un tanto arcaico. Somos todos medio analfabetos informáticos, así que sabé disculpar las deficiencias.
!Es verdad, caballero! Que a él le pasara eso no significa que a mí... que a mí... bueno, quizás sí signifique.
ResponderBorrarsr n: intenté comentar en su blog, pero no pude. Excelente Pasolini, excelente Hero. Pero, !déjeme hablar, carajo!
ResponderBorrarLa afirmación en sí misma no es interesante, me gustaría conocer las razones que la apoyan.
ResponderBorrarQue la apoyan mal, obviamente.
Viste lo que pasa con esa ínfima parte del universo que no se ocupa de la filosofía, ¿no?: suele no dignarse a justificar sus afirmaciones.
ResponderBorrarPrimero y principal nunca tuve sexo con un hombre ni latinoamericano ni de ninguna otra región geográfica por lo tanto lo de bolaños no tiene base de discusión para mí. Por otro lado: Acaso bolaños sí se acostó con hombres latinoamericanos y no latinoamericanos como para hacer esa afirmación? y si para decirlo se guía por los comentarios de sus amantes o ex amantes... bueno, las mujeres se ponen suceptibles si después del sexo reciben un whisky (con suerte) en lugar de un abrazo.
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