La previa
Uno ya está instalado en casa ajena, que más que casa es un departamento estrecho –o no tanto- de soltero sobre una populosa avenida porteña. Ya fueron a por las birras, el fernet y su complemento agente: la coca-cola. Segunda cerveza y tercera empanada y décima disquisición acerca de la naturaleza femenina y las ventajas de la soltería, solo evidentes para los novios eternos una vez separados. (El discurso del varón en su reencuentro con la vida sin novia –si es una vida buscada, y no una pared que se erige imprevistamente tras una curva tomada a toda velocidad- es invariablemente el de quien se despoja de un peso semejante al de eso que sostenía Atlas. Hay tanta, pero tanta sorpresa cuando hablan acerca de lo que ella –la soltería- sea, que uno no puede más que descartar toda sospecha de exageración del converso.) Cae otro comparsa al entuerto. Se tira en un sillón destartalado, o en un puf, o en la cama o en una silla cualunque. Lo importante es el modo: el tipo se tira. Se le ofrece cerveza. Retruca: ¿porro? Se pica, se arma, se prende. El recién venido se ve en la necesidad de recuperar el tiempo perdido empardando con los contertulios establecidos la cantidad de palabras emitidas. Se larga a contar una historia. ¿De qué? De recién separado. Cuando está por llegar al final de la diégesis, cae el cuarto y último parroquiano. Cantidad de cervezas de litro vacías hasta el momento: 4. ¡No! ¿Estabas hablando de cómo decirle? A ver-a ver-a ver: me interesa. Entonces, medio para fastidio de la platea asentada, y para satisfacción del narrador, la historia comienza –esta vez, medio como farsa. Si bien no hablan todos a la vez, el relato está acompañado en todo momento por una variopinta gama de comentarios, la mayoría con forma de burla al narrador –en varios tonos: solapada, abierta, procaz, a voz en cuello. Nuevas disquisiciones sobre la naturaleza femenina, sobre la diferencia entre veinteañeras y treintañeras y veinticincoañeras, entre novias, amantes y novias(de otros)-amantes(propias), sobre la propia posición frente a los distintos tipos de mujeres y los distintos intereses que se pueden tener con respecto a ellas: cogérselas y no verlas más, cogérselas por unas semanas o meses, cogérselas y ponerse de novio, cogérselas y… no, no hay mucha más cosas para hacer con las mujeres, dice uno. Amiga, retruca el narrador, que es sodomizado por su declaración. El debate se polariza: no hay amigas / todas son amigas. Se caen en cada uno de los lugares comunes y, con el nivel de faso consumido, la gente ya se ríe de cualquier pavada. El dueño de casa retira de su mochila la máscara de hombre-araña adquirida a bajo costo en La Salada, y comienza una disertación acerca de las virtudes de la castidad. Es sodomizado. Alguien reflexiona acerca de la naturaleza homosexual de la amistad masculina. Es sodomizado y cagado a piñas. Cantidad promedio de secas prodigadas por contertulio: 6. Un tercero señala, desaprensivamente, que hay uno entre ellos que todavía no ha sido sodomizado. Se procede a sodomizar al virgen. Después, se sodomiza de nuevo al discursero, por buchón. Uno, en la quinta dimensión creada por las secas y las bebidas de baja graduación alcohólica, se pone a buscar en youtube videos del hombre-araña. Después de varios aburridísimos que despiertan las ansias sodomizantes de la platea hacia el buscador, se da con la escena en que el hombre-araña detiene la inminente y segura caída del tren en el abismo y, justo antes de perder la conciencia, es alcanzado por las todas las manos de los pasajeros, elevado a las alturas y obligado a realizar un mosh que deja manifiesto los nexos entre el héroe y la comunidad de la que emerge. Todos lloran como buenos putos del orto. La excitabilidad en la que el porro y las lágrimas los ponen propicia una nueva ronda sodomita. Uno le comenta a otro que estuvo escuchando a ese grupo del que el otro le había hablado. ¿Cuál? Le dice, lo que desata declaraciones públicas de fanatismo por parte de un tercero. Se busca en youtube el video correspondiente y, al grito de
Ahooora-estoy
Arriiiba de mi casá
Con un riflé
por dos, es decir,
Ahooora-estoy
Arriiiba de mi casá
Con un riflé
, abren la puerta, generan un bola de sodomizaciones por las cuáles A sodomiza a B que sodomiza a C que sodomiza a D que sodomiza a A, bajan rodando las escaleras y atraviesan el vidrio de la entrada.
Matías Pailos
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Matías Pailos
Etiquetas: Escenas de la vida urbana
8 Comentarios:
un héroe de nuestro tiempo: http://www.youtube.com/watch?v=NxnxxOVlSdI&feature=related
tienen que ir a matar venados.
jaja... muy bueno el comentario de isil (se escribe así?)!!
¿puedo arriesgar nombres a ver si adivino cuál es cada uno????
no entiendo muy bien qué significa la palabra "sodomizar" en el contexto de este post...
I: mataremos al payaso arriba de la mesa.
J: se puede, pero en privado. (Sodomizar = someter a sodomía.)
jaja... ok, no lo iba a hacer en público. no os preocupéis...
ay sí, ya sé que quiere decir eso, pero supongo que el significado de la RAE no es el significado de la palabra en el post... ¿no?
Ayer, coreando entre la indiferencia de preadolescentes el célebre estribillo tuve la revelación de que tenemos que ir todos juntos a un recital de elmató (y a ver a Huracán con Playmobil, por supuesto aunque seguro ese día pierde)
como el juego. a ver quién es quien!
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