Rodrigo Salgado Boza, o Retrato del Artista Adolescente
Rodrigo Salgado Boza tiene 21 años, es alto, desgarbado, fuma compulsivamente, pelo desgreñado. No tan buena persona (medio guacho), no tan inteligente. Cuando está borracho habla solo con apotegmas. Cuando la lengua se le suelta, cuando no va tras el preciosismo, tras el ritmo ajeno, es mejor que todos sus coetáneos. No tiene novia. Dice ser enamoradizo, pero tiene mucha suerte con las minitas (porque, ya ha sido dicho, es bastante guacho –ven la progresión: ya no más medio nada). Estudia… Letras, probablemente. Lee como un poseso o no lee, y lee siempre bien. A veces se da cuenta de que es mejor que lo que lee, y al ufano sucede el espanto. Lee a Capote, lee a Kennedy Toole, lee a Borges.
Rodrigo Salgado Boza tiene 25 años y todavía vive con sus padres. Es alto, desgarbado, fuma como un poseso y goza de un pelo compulsivamente enmarañado. Lee muchísimo y no escribe tanto. Es enamoradizo, dice padecer más de lo que padece. Cuando la lengua se le suelta, es genial. Cuando no, también. Estudia Filosofía… probablemente. Lee a Vila-Matas, lee a Juan Emar, quiere leer a Perec. Lee a ya saben ustedes quién.
Es lo más parecido a ya saben ustedes quien, para su mayor gloria y loor, y todavía no logró desprenderse del padre literario de todos los que queremos ser escritores huérfanos.
Dos versiones de RSB, el gran escritor de Santiago, el gran escritor chileno, el gran escritor latinoamericano, ¡qué remilgado!: el gran escritor. (Y estoy exagerando, como ustedes comprenden. ¿Qué publicó? ¡Já! Ya verán cuando publique.) Su blog, injustamente poco frecuentado, tiene como dirección salgadoboza.blogspot.com. Merecía que alguien hablara sobre él y, lo siento, Salgado Boza: su apologista soy yo.
A esta conclusión llegamos, al mismo tiempo, por senda aparte yendo, cuál Newton y Leibniz con la ley de gravitación universal (o algo suficientemente parecido), Zedi Cioso y yo mismo. Y al mismo tiempo lo enunciamos (… ¡okey…! Primero lo dijo Cioso… pero juro que yo estaba a punto de decirle lo mismo) mientras engullíamos, deglutíamos e ingeríamos manjares de la recurrente cocina salteña en afamado local de Las Cañitas. (Nosotros no somos ni flacos, ni desgarbados, ni mucho menos inapetentes. Cioso ostenta una voluminosa panza Naldbandian. Yo, una panza del padre de Naldbandian.) Salgado Boza es un chiquillo –comenta la camarera tirándonos más platos sobre la mesa. En un gesto que nos ennoblece, acordamos no pedir nada más y ahorrar a los cocineros vanas expectoraciones. Nos asombramos un tanto: ¿es que la fama de este muchacho trasciende fronteras? Parece que la hipótesis Cioso era la correcta: goza de gran predilección entre las mujeres. (Su otra suposición tampoco es tan mala, entonces: es bastante turrito, nomás.) Salgado Boza me las va a pagar todas juntas –comenta el cuidacoches luego de oírnos hablar de RBS, al tiempo que le largamos unas monedas. Nos miramos incrédulos. ¿Es el mismo RBS? ¡Pero claro! ¿Cuántos RBS conocemos? Pero, ¿ya es tan conocido? Nos preguntamos si no nos estaremos volviendo locos. También nos inquirimos si queriendo estar un paso adelante no habremos dado en un lugar común. Concluimos que hay que escribir algo sobre RBS, y ya, antes de que se vuelva completamente un lugar común. Entonces vuelvo a casa, imprimo las 30 o 40 carillas de textos colgados, leo y, ya bien desvelado, escribo.
Y entonces Salgado Boza: varias posts más que notables, a saber: los 77 argumentos a favor del movimiento de Dios, y los 66 argumentos contra el movimiento de Dios (que hay que leerlos todos juntos y uno a continuación del otro para quedar impactados con las tentativas salgadenses para agotar las posibilidades teológicas y qué pasaría si Dios estuviera hecho a nuestra imagen y semejanza, y qué si no), la denuncia de las bajezas de las colecciones de poesía femenina chilena de los setenta, obsesiones varias y recurrentes (¿será por eso que son obsesiones?) con Bartleby, con Zenón, con el supramentado Capote, el maravilloso texto maravillándose con tres lecturas tres de ocasión como Chandler, Chesterton y Hammett (y de refilón reconocer que a Pessoa y Arlt, sobre los que también escribe, los tiene abandonados, porque ‘esos no son mis libros, son préstamos que devolveré’), más Capote (con el trillado recurso de insertar citas en el discurso laudatorio: encantador) y después el relato que es una carta de amor sin nombrar nunca (casi nunca) a la culpable de la carta, y el relato de un sueño porno con todas las putas asesinas todas a las que penetrar y ultrajar y escupir e insultar de todas las maneras, en todas las incisiones (acá me cebé: mea culpa).
Quizás el mejor de todos, el preferido de Cioso, el mío propio: mil y un decires al tiempo que rastrea ‘Detectives Salvajes’ en busca de escritores latinoamericanos, y luego contrastar qué dice el tutor de Cioso: Cesar Aira, en su ‘Diccionario de Autores Latinoamericanos’. Y uno queda deslumbrado.
Tiene algunos clisés, claro. ¿Quién no? Cuando se leen varios posts suyos seguidos, se comprende que gusta mucho de la expresión ‘… que vale el papel en que ha sido impreso’ (y con esto queda claro, para usted, señora, que, ¡ah, señora!, ya le parecía que a mí no me gustaba tanto). Ya quedó dicho. Ahora ahondemos: a veces RBS parece ustedes ya saben quién oliendo a espíritu adolescente –como diría con toda seriedad Fresán, como diría Cioso en chiste. Pero, está bien: esa rabia, ese énfasis (más en las ideas que en los procedimientos narrativos), esas tintas recargadas y esa sensación de todo o nada, cierta inminencia que se olfatea en el aire (y cierto regusto por ella), algún gusto por la declamación (cortado por una declaración adorable: él no es un valiente). Todo eso podría molestar un poco, pero no lo hace. Uno sigue. Sigue fascinado. Sigue diciendo cada dos por tres ¡qué hijo de puta! ¡No puede ser tan bueno! Sigue paladeando cada acierto, y los hay a montones, lamentando que esa idea, ese giro, esa frase no se le hubiera ocurrido a uno. Pero los posts de Rodrigo (me voy a tomar el atrevimiento de tutearlo) son finitos, y tarde o temprano, y más temprano que tarde, uno se queda condenado a la relectura. Y al tiempo que uno relee mira de soslayo la pantalla, clavado en el blog, esperando que de un momento a otro nos saque de la relectura hacia el placer mayúsculo de la nueva lectura primera.
Matías Pailos
Idea: Zedi Cioso y Matías Pailos
Rodrigo Salgado Boza tiene 25 años y todavía vive con sus padres. Es alto, desgarbado, fuma como un poseso y goza de un pelo compulsivamente enmarañado. Lee muchísimo y no escribe tanto. Es enamoradizo, dice padecer más de lo que padece. Cuando la lengua se le suelta, es genial. Cuando no, también. Estudia Filosofía… probablemente. Lee a Vila-Matas, lee a Juan Emar, quiere leer a Perec. Lee a ya saben ustedes quién.
Es lo más parecido a ya saben ustedes quien, para su mayor gloria y loor, y todavía no logró desprenderse del padre literario de todos los que queremos ser escritores huérfanos.
Dos versiones de RSB, el gran escritor de Santiago, el gran escritor chileno, el gran escritor latinoamericano, ¡qué remilgado!: el gran escritor. (Y estoy exagerando, como ustedes comprenden. ¿Qué publicó? ¡Já! Ya verán cuando publique.) Su blog, injustamente poco frecuentado, tiene como dirección salgadoboza.blogspot.com. Merecía que alguien hablara sobre él y, lo siento, Salgado Boza: su apologista soy yo.
A esta conclusión llegamos, al mismo tiempo, por senda aparte yendo, cuál Newton y Leibniz con la ley de gravitación universal (o algo suficientemente parecido), Zedi Cioso y yo mismo. Y al mismo tiempo lo enunciamos (… ¡okey…! Primero lo dijo Cioso… pero juro que yo estaba a punto de decirle lo mismo) mientras engullíamos, deglutíamos e ingeríamos manjares de la recurrente cocina salteña en afamado local de Las Cañitas. (Nosotros no somos ni flacos, ni desgarbados, ni mucho menos inapetentes. Cioso ostenta una voluminosa panza Naldbandian. Yo, una panza del padre de Naldbandian.) Salgado Boza es un chiquillo –comenta la camarera tirándonos más platos sobre la mesa. En un gesto que nos ennoblece, acordamos no pedir nada más y ahorrar a los cocineros vanas expectoraciones. Nos asombramos un tanto: ¿es que la fama de este muchacho trasciende fronteras? Parece que la hipótesis Cioso era la correcta: goza de gran predilección entre las mujeres. (Su otra suposición tampoco es tan mala, entonces: es bastante turrito, nomás.) Salgado Boza me las va a pagar todas juntas –comenta el cuidacoches luego de oírnos hablar de RBS, al tiempo que le largamos unas monedas. Nos miramos incrédulos. ¿Es el mismo RBS? ¡Pero claro! ¿Cuántos RBS conocemos? Pero, ¿ya es tan conocido? Nos preguntamos si no nos estaremos volviendo locos. También nos inquirimos si queriendo estar un paso adelante no habremos dado en un lugar común. Concluimos que hay que escribir algo sobre RBS, y ya, antes de que se vuelva completamente un lugar común. Entonces vuelvo a casa, imprimo las 30 o 40 carillas de textos colgados, leo y, ya bien desvelado, escribo.
Y entonces Salgado Boza: varias posts más que notables, a saber: los 77 argumentos a favor del movimiento de Dios, y los 66 argumentos contra el movimiento de Dios (que hay que leerlos todos juntos y uno a continuación del otro para quedar impactados con las tentativas salgadenses para agotar las posibilidades teológicas y qué pasaría si Dios estuviera hecho a nuestra imagen y semejanza, y qué si no), la denuncia de las bajezas de las colecciones de poesía femenina chilena de los setenta, obsesiones varias y recurrentes (¿será por eso que son obsesiones?) con Bartleby, con Zenón, con el supramentado Capote, el maravilloso texto maravillándose con tres lecturas tres de ocasión como Chandler, Chesterton y Hammett (y de refilón reconocer que a Pessoa y Arlt, sobre los que también escribe, los tiene abandonados, porque ‘esos no son mis libros, son préstamos que devolveré’), más Capote (con el trillado recurso de insertar citas en el discurso laudatorio: encantador) y después el relato que es una carta de amor sin nombrar nunca (casi nunca) a la culpable de la carta, y el relato de un sueño porno con todas las putas asesinas todas a las que penetrar y ultrajar y escupir e insultar de todas las maneras, en todas las incisiones (acá me cebé: mea culpa).
Quizás el mejor de todos, el preferido de Cioso, el mío propio: mil y un decires al tiempo que rastrea ‘Detectives Salvajes’ en busca de escritores latinoamericanos, y luego contrastar qué dice el tutor de Cioso: Cesar Aira, en su ‘Diccionario de Autores Latinoamericanos’. Y uno queda deslumbrado.
Tiene algunos clisés, claro. ¿Quién no? Cuando se leen varios posts suyos seguidos, se comprende que gusta mucho de la expresión ‘… que vale el papel en que ha sido impreso’ (y con esto queda claro, para usted, señora, que, ¡ah, señora!, ya le parecía que a mí no me gustaba tanto). Ya quedó dicho. Ahora ahondemos: a veces RBS parece ustedes ya saben quién oliendo a espíritu adolescente –como diría con toda seriedad Fresán, como diría Cioso en chiste. Pero, está bien: esa rabia, ese énfasis (más en las ideas que en los procedimientos narrativos), esas tintas recargadas y esa sensación de todo o nada, cierta inminencia que se olfatea en el aire (y cierto regusto por ella), algún gusto por la declamación (cortado por una declaración adorable: él no es un valiente). Todo eso podría molestar un poco, pero no lo hace. Uno sigue. Sigue fascinado. Sigue diciendo cada dos por tres ¡qué hijo de puta! ¡No puede ser tan bueno! Sigue paladeando cada acierto, y los hay a montones, lamentando que esa idea, ese giro, esa frase no se le hubiera ocurrido a uno. Pero los posts de Rodrigo (me voy a tomar el atrevimiento de tutearlo) son finitos, y tarde o temprano, y más temprano que tarde, uno se queda condenado a la relectura. Y al tiempo que uno relee mira de soslayo la pantalla, clavado en el blog, esperando que de un momento a otro nos saque de la relectura hacia el placer mayúsculo de la nueva lectura primera.
Matías Pailos
Idea: Zedi Cioso y Matías Pailos
45 Comentarios:
Justicia.
Ya lo citó el mismo RSB como epígrafe en cierto escrito suyo o no tan suyo: "La gloria es una incomprensión, acaso la peor" Nada de esto debe sorprender.
A veces sí, a veces no. Puede que un autor desconozca su propia calidad, puede que crea que sus méritos son otros que los que valen para el resto. Pero ni una ni otra cosa son óbice para la cabal calidad del autor de marras. En este caso, Rodrigo Salgado Boza.
PD: yo a usted, Gernandez, ya lo conozco de los comentarios de RSB. ¿Es que no tiene blog para recorrer?
Sí Matías y Cioso, es el mismo Gernández que se ha colgado del apodo que alguna vez le puse para una novela escrita a cuatro manos. El mismo con el cual hicimos unas entrevistas que quizás queden para la posteridad.
Mi amigo Pierre Menard dijo eso de la gloria, no yo ni menos Gernández. Pero sí que habría sido posible que él hubiese creado tan buena frase.
Entreguen la novela y tendrán un juicio justo.
Pailos-Cioso Boza-Gernández, no sé si nos separa una cordillera o un espejo.
Buenas!
me vengo por aca, porque no daba hacer living en lo del playmobil.
Hago caso de sus palabras y salgo ya mismo a buscar a los detectives para continuar con mi lectura bolañense. Ah! y gracias por dejarme empezar por ahi.
Extrañamente raro lo que me sucedio con su blog: Me rei mucho con su relato de RSB pero no tanto con el blogrsb mismo!
Igual, ya vendré de visita. Soy timida, pero constante!
M.
Ay, querida M, usted me hace sonrojar.
Agradezco también que no me mandara a los recontraremilcarajos por haber tenido la impertinencia de recomendarle esto o aquello.
Y no: RSB es un tipo serio. Los placeres que se extraen de su blog no son los de la humorada.
Nosotros somos más tiros al aire.
Señores
No dispongo de blog ni de nada que se le parezca salvo un correo rastroso en mixmail.com que responde al nombre de inucu. Ahora, Matías, estoy plenamente de acuerdo en lo tocante a la calidad del autor de marras, no así en aquello de la seriedad que comentas, livianamente, a M. Para ello un dato: la exégesis de Jean Claude Pelletier respecto a la obra salgadeña hace hincapié en el humor que emana de cada línea de su obra Bifurcaria Bifurcata, aún inédita (todo en RSB es inédito); texto de un Salgado Boza crepuscular y que contrasta visiblemente con sus esfuerzos primeros, como la archireconocida "La Hacienda del toro", de la cual sin embargo su autor reniega con vivo ardor. Otro ejemplo sería el humor en "Prueba de escritura", una pieza de esgrima que hace desternillar de la risa en quien se interne en tan formidable monólogo. (Rodrigo, es desternillar y no destornillar, te lo repito). En fin. Se trata, evidentemente, de una discusión que no se agota con facilidad sino que, por el contrario, tiende a la proliferación y a los juegos de espejos.
Respecto a si lo que hay son espejos o bien un cordón montañoso, la verdad es que no lo sé pero al respecto me ha crecido una cordillera de dudas, sobre todo luego de leer el libro de Aira sobre Rugendas. Es no poco probable, dicho sea de paso, que emprendamos junto a RSB un viaje por la pampa desde Mendoza a Buenos Aires como una forma de establecer un procedimiento de repetición... a pie, por supuesto.
Un hombre sonrojado!
Cosa poco frecuente!
(porque Ud es un hombre no? aprendí que hay que preguntar)
Casi que me da ternura. (solo casi)
Como tomar a mal su recomendacion después de notar que uds hacen de este escritor una religión?
La ultima vez que me sucedió algo parecido fue con... a ver... no con él no, con Saramago tampoco, caramba. Ahora dudo si me sucedió alguna vez.
Además que tanto, si al fin y al cabo pude intuir en lo leído (llamadas... ) algo muy intersante.
Intentaré hacerme del libro antes de partir a mi merecido descanso mañana, sino será para el retorno.
Ah! y no me pareció tan liviano su comentario a la seriedad de RSB.
Solo estaba tratando de reafirmar mi suposición lo cual no disminuye su aprecio hacia RSB
Saludos y después le cuento que me parecieron los detectives!
M.
Lamentablemente, como todavía no publico, hay quienes se placen en convertirme en moneda común. Publico en el blog antes de escribir siquiera el título de una nueva novela o cuento. El circuito de los críticos alemanes, españoles, italianos y franceses se cierra como si una lluvia cayese sobre nosotros y las oblicuas (gotas) nos mojaran el impermeable (un oxímoron) y rodasen como mojadoras (gotas) las narices llenas de mocos.
Es cierto, ayer con Gernández nos propusimos un viaje (¿iniciático?) hasta Mendoz y luego caminando (o en carreta enorme y primigenia, que vendría siendo lo mismo en estos tiempos) hasta Buenos Aires, y allí yo visitaría a alguien y le daría un puñetazo en el rostro y unas patadas en las costillas. Mi amigo dice que en el viaje ocurrirían tantas cosas que acabaría por olvidar el motivo de mi odio, yo no lo creo: la culpa es indudable.
EL espejo es una cordillera, el espejo es una de las tantas metáforas de la separación. Eso bien lo supo Platón.
UN GENIO O UN WEON DE MIERDA, UN LOCO O EL MAS SENSATO DE TODOS, UN BATERISTA FRUSTRADO O UN ESCRITOR FRUSTRADO, UN CAMINANTE SIN RUMBO O ALGUIEN QUE NOS ESPERA CON LAS LLAVES DEL DESTINO... NADA DE ESO, PODRIA DECIR QUE ES UN GRAN AMIGO PERO SERIA UN GRAN MEENTIROSO, BUENO MENTIROSO SOY, PERO NUNCA TANTO. MAS BIEN RODRIGO SALGADO BOZA ES UN INDESCRIPTIBLE SER DE LA GENERACIÓN "00", NO ES DISTINTO A NINGUNO DE UDS. PERO HA DEMOSTRADO QUE EL QUE VIERTE SU INMAGINACION AL PAPEL MAS DE UNA VEZ TIENE SUERTE EN EL CAMINO. PUTA RSB ME HACE FELIZ VER QUE DE A POCO DESARROLLAS TU POTENCIAL.
Soy varón, y no un travesti de Constitución. Esto, como buen machito latinoamericano que soy (no hay caso), me veo forzado (no soy yo: son mis dedos pulsando el teclado) a aclararlo (a pesar de que entiendo que el equívoco nombre de 'Matías' podía provocar alguna confusión).
No entendí si con el culto a este escritor aludías a Bolaño o a Salgado Boza. Es verdad. En cualquiera de ambos casos.
Las obras de Rodrigo, hasta el día de la fecha, desde el faro de Buenos Aires, son tan conjeturales como las de Archimboldi. Salvo, claro, que usted, Gernandez, sepa algo que nosotros no (nuevamente, sobre RSB o sobre Archimboldi, que son lo mismo).
Para finalizar: acá con Cioso no podemos menos que sentirnos un poquito Ezra Pound entronizando al dios James Joyce.
PD: no solo me sonrojo. A veces, cuando nadie mira, también lloro.
Ahora lamento tanto no haber leído "Un episodio en la vida del pintor viajero" (y eso que leí unas cuantas novelas de Aira). Pero aplaudo la iniciativa del viaje, que hasta podría transformarse en un "On the road" sudamericano.
El libro también podría ser otra metáfora de la separación. O de la mismidad, que no puede sino ser diferente. ¿Qué pensará RSB, por ejemplo, respecto al cariz archimboldiano que toma su figura? Learn to swim.
Roberto Bolaño: instrucciones de uso.
Ahora que lo pienso mejor, el más parecido a Archimboldi es Gernandez, cuya obra, a diferencia de la de Rodrigo, desconocemos por estos lares. Rodrigo, claro, sería Bolaño.
Toda la razón sobre Hernández. Escepto porque ése tipo va a publicar antes que yo. Y en una de esas, gane mucho dinero y fama y todas cosas.
jajaja excelente post... grandes auroes.. parece que acabo de descubrir una parte de la blogósfera donde hay grandes lectores... en fin, seguiré leyendo este blog, y el de RSB
saludos
O en una de esas nada de nada. "La ilusión es la realidad única y la sustancia es la grán impostora." ¿O no, amigo Boza?
¿Es esa última una cita de Bernardo Soares? Porque lo parece.
Cioso yerra flagrantemente, aunque interpretar la cita aquella de nuestro amado Howard Phillips Lovecraft como si fuera de Soares (o de Pessoa que vendría siendo lo mismo), da cuenta de su inconfundible hermenéutica menardiana y/o borgeana.
No puedo menos que jactarme de mi error. Sería un juego interesante proponer citas al otro para que arriesgara el autor. Un juego donde lo más interesante sería el yerro.
Otro yerro, esta vez de parte de RSB. Suponer, o interpretar, o confundir a Bernardo Soares con Pessoa, decir que "vendría siendo lo mismo", es por lo menos discutible. No hay que ser necesariamente un deconstructivo para notarlo.
Una cita como para seguir con el jueguito: "¡Basta!" ¿Quién lo dijo?
lo dijo RSB. Es su estilo, indiscutiblemente.
Pessoa no es lo mismo que Soares, por supuesto. Uno está contenido dentro del otro (es decir, mejor (es decir): el otro está dentro del uno.)
Se parece a RSB. La mitad de la humanidad saltaría diciendo que no hay dudas al respecto. Pero en estricto rigor, saltándonos los parafraseos salgadenses, no lo es.
No daré aún la respuesta para no aguar tan pronto el juego y darle a los demás tiempo de participar. Anticipo, eso sí, que la respuesta no menta a un autor sino a alguien que, como RSB, labura en el parafraseo, no siendo RSB.
"Antes que yo, yo soy otro."
Rimbaud. O Unamuno. O Chitarroni. O Schwob. O Borges. O Pascal. O Bolaño. O Monterroso. O Wilcock.
Es evidente, la cita no es mía, esevidente que aquela (cita) es de Céline. No la Celine Dion, aunque podría hacerse un parafraseo graciosísimo con el texto deBakunin 'Dios y el estado' que cambia y queda en 'Dior y el estaño'. ¡Uy!, me retuerzo de lágrimas por culpa de la risa.
El resto es culpa de Witoldo.
¡Juá!
Oj, Oj, Oj
La broma ya ha durado demasiado.
Resulta que en uno de los capítulos postreros de los Karamazov, Katerina Ivánovna, una snob que no va a festivales de cine independiente pero que sí pertenece o cree pertenecer a la vida cultural del miserable pueblo de marras, le replica con cierta indiganción a un requerimiento de Aliocha, o tal vez de Iván, da igual, porque termina rematando todo con el siguiente apotegma:
"Y como dijo Turgueniev: ¡Basta!"
That's it.
Como diría RSB en voz de Jones hablando por JKT: ¡Jua!
A ver si alguien adivina de quién son estos versos:
"Arrojóme las naranjicas
de blanco azahar
arrojómelas y arrojéselas
y volviómelas a arrojar."
Severo Sarduy, o Lezama Lima, o García Marketing.
ACHTUNG, ACHTUNG. Que ése tal Estudiante Anselmo no es otro que Gernández impostando otra voz. Lo sé porque oí una conversación de pasillo entre él y Salgado Boza en que el impostador hacía esa cita que arriba aparece.
Ah. Eso lo pone Félix de Azúa en su 'Diccionario de las Artes' en la entrada 'lectura'.
Falso. Todo falso. Anselmo existe pero su único fin es confundir. De hecho, Ignatius y él son sólo uno (vistos a través de un espejo)
Me imaginé. Esto confirma mi hipótesis de que todos los escritores son degenerados.
E invertidos, cabría agregar
faltos de todo sentido de la teología y geometría.
El buen gusto les es tan esquivo...
ni leen a Boecio, siquiera.
Con cuánta fatuidad ignoran los designios de Fortuna
¿Alguien ha visto por aca una tabla de ejercicios?
¿No se la llevó Gloria?
No es Gloria, esperpento de mujer. Es el señor Ignatius. Cansado estoy de repetirlo.
I say briefly: Best! Useful information. Good job guys.
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