El Mate Tuerto

"Se fingirá el saber que no se tiene."

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Nombre: El Mate Tuerto
Ubicación: Argentina

17 octubre, 2006

La Lección del Maestro

No hay caso: quise olvidarlo, quise ignorarlo, quise escribirlo y matarlo, pero pasado un tiempo no tuve más remedio que retomar una de sus novelas que, como otras tantas veces fue puesta en mis manos sin que yo lo pidiera, y rendirme ante César Aira. Se trata de “la última” o “más reciente” (conceptos débiles e inestables tratándose de Aira) de sus obras: hablo de Parménides. Y me bastó leer la primera página para reencontrarlo y claudicar ante el primero de sus razonamientos:

“Era un escritor joven, una “promesa”, como suele decirse. No había gran cosa en la que basar la promesa, pero con poco alcanza, y hasta con nada, si lo que se promete es algo tan inverificable como la poesía”

Aquí ya comenzaba la razón dislocada. Porque las de Aira son novelas de ideas. A diferencia de Copi, insigne antecesor, en Aira la invención no es salvaje sino que responde a una estricta lógica, sólo que esa lógica, como en la mejor literatura, gira en el vacío.
En el caso de Parménides la coraza argumental ha sido casi descartada y lo que prevalece es un exquisito ensayo sobre el arte (y el karma) de escribir. Aquí Parménides no es el filósofo presocrático que nos han legado los griegos sino un Jerarca de Siracusa que contrata a un “negro”, un ghost writter, el joven poeta Perinola, para que le escriba un libro que condense la rica experiencia que ha acumulado a lo largo de su vida. Perinola se pasa 10 años tratando de averiguar cuál es tema del libro que debe escribir, “de qué se trata”, pero nunca lo consigue y permanece en una espera infructuosa, aunque La espera ya era una forma de poesía, como nos informa Aira.

Finalmente Perinola escribe, un día cualquiera y de un tirón, el libro de Parménides. ¿Cuánto llevó ese libro: un par de horas, 10 años o toda la vida? No lo sabemos. Al mismo tiempo Perinola, que vivía culpando a su mentor por su indecisión, finalmente lo comprende:

“Estaba comportándose como Parménides: quería un libro pero no sabía qué libro quería. Había hecho mal en burlarse de su amigo: todos los escritores hacían lo mismo y gracias a ese punto ciego existían los libros”

Esta es la lección de Aira: sólo se puede escribir desde el no saber. Los escritores escriben, no transcriben y cuando se escribe, como decía Wittgenstein, “es la mano la que piensa”. Finalmente Perinola vence el “bloqueo” apelando a una evidencia que, como carta robada, siempre estuvo ahí: “escribe para otro”, despreocupándose por los resultados:

"Quizá el problema de los escritores era que siempre querían hacerlo bien, siempre querían escribir “en serio”, y podían pasarse la vida sin empezar, tan abrumadora se presentaba la exigencia de expresar su verdad. Escribir para otro o en nombre de otro los descargaba de esa responsabilidad, y la inspiración levantaba vuelo como un ave, hacia cielos vacíos…Tan vacíos que podía atravesar sus umbrales invisibles sin encontrar obstáculos y pasar de la región del “otro” a la de “uno mismo”, de la “tontería” a la de la” poesía”, sin abandonar el espacio libre de “cualquier cosa”.

Curiosamente, o no, exactamente ese fue el razonamiento que me guió cuando años atrás, ante el trance de escribir mi “primera novela” me propuse tomar un desvío y “escribir la novela de otro”. ¿Qué otro? César Aira. Al escribir el libro de otro, indefectiblemente surge el de uno, o la promesa de ese libro propio que, tal vez, nunca abandone el horizonte de la expectativa. ""Pero Haber escrito contenía la promesa de escribir más". Esa es la lección: hay que escribir para otro, con la convicción de que fatalmente y en un más allá de las intenciones “siempre saldrá uno”.

Zedi Cioso

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10 Comentarios:

Blogger salgadoboza dijo...

Sepa usted que he publicado hace pocos minutos en mi blog. y luego veo éste y con lo que me encuentro, con el mismo César del mío.
Y después no falta el idiota que asegura, las coincidencias sí existen.

17/10/06 15:16  
Anonymous Anónimo dijo...

Solo un escritor podría haber rescatado, de la obra de LW, la frase 'es la mano la que piensa'. He ahí un mérito. He aquí otro mérito: ZC se habla a sí mismo. Se dice: "fijate, salame, hacele caso a Lamverga: escribí como cualquier cosa". ¿Se escucha Cioso? No lo sé, no lo sé...
De algo habrá servido la promisoria carrera de Comunicación que años ha emprendió, si de ella recogió la sapiencia, por mí ignorada, de insertar las citas adecuadas en los momentos precisos.
La respuesta que Perinola busca, colijo, es la siguiente: escribir ese libro le llevo un par de horas, 10 años y toda la vida.

17/10/06 17:37  
Anonymous Anónimo dijo...

Redondito, me encantó. Perfecta la forma de describir eso que nos sucede mas allá de nosotros, mas allá de lo que calculemos, mas allá de cuantos años nos llevó ese segundo de "hacer".

saludos.

17/10/06 19:40  
Anonymous Anónimo dijo...

Gracias Salgado, ¿Usted no será mi William Wilson?
MP: el mérito es de un escritor, usted acierta como siempre, lástima que se trate de Rodrigo Rey Rosa (¿suena parecido al de acá arriba no?) ¿O ya olvidó el epígrafe de Wittgenstein que lo llevó a arrebatarme "Cárcel de árboles"? Su respuesta al enigma de Perinola es otra lección de un maestro.
Muchas Gracias Pau. Usted es nuestra lectora modelo.

18/10/06 00:22  
Anonymous Anónimo dijo...

modelo de que?

18/10/06 00:31  
Anonymous Anónimo dijo...

Bueno, no sé si de alta costura, lo decía en términos de Eco, el lector modelo es aquel que se representa el autor al confrontar su texto con un lector imaginario. El gran Héctor Libertella decía que "allí donde hay un interlocutor, un solo interlocutor, allí se constituye un mercado". Pues bien, usted es nuestro mercado.
Saludos.

18/10/06 12:42  
Anonymous Anónimo dijo...

Gracias por explayarse en lo que implica ser un lector modelo.
Me encantó!! (y es un honor)

saludos.

18/10/06 12:55  
Anonymous Anónimo dijo...

mire p de pau, yo no la conozco, no? pero se lo tengo que decir: es usted un encanto.

18/10/06 20:15  
Anonymous Anónimo dijo...

Desde ya, que adscribo a las palabras de er

18/10/06 23:32  
Anonymous Anónimo dijo...

Sean ciertos o no, los piropos siempre se agradecen!!!

saludos.

19/10/06 08:55  

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