Celular
Por ejemplo, a la quinta vez que le solicité que mandara un mensaje de texto que me urgía dar, Santiago trinó:
-¡Comprate un celular, Fede!
Solo para agregar seguidamente un estentóreo
-¡No me rompas más los huevos!
Tenía razón, de suyo. Es algo que debía hacer en breve. Sus ventajas (las del celular) son infinitas. La ausencia de contras evidentes, palmaria. Permite, por caso, y a muy bajo costo, la comunicación muda a distancia un sábado a trasnoche, en antros oscuros, dentro de tugurios infectos. Esto, muchas veces, es imprescindible para notificar buenas nuevas, malas nuevas, formular pedidos, plantear interrogantes, continuar hablando. Favorece el levante, el encuentro furtivo, la reunión amistosa en noches de soledad. Es la vía indispensable para concertar citas y salidas decididas a último momento (es decir, en el acto). Socorre, también, al celoso en el (momentáneo) alivio de sus penas; verdad es que, igualmente, ante el fracaso en la comunicación, ante una excusa o una performance poco convincentes, solo magnifican sus sufrimientos. Pero, no jodamos: el celoso solo quiere reproducir ý ahondar sus celos. De este modo, el celular se muestra siempre auxiliando la satisfacción de sus deseos.
El celular no delata; vean si no a la modalidad ‘vibrador’ en funcionamiento, avisando de mensajes sin importunar al entorno. El celular no demanda abrir el pico; he ahí los precitados ‘SMS’, prestos a dar cauce a los arrestos comunicacionales del callado o mudo. El celular no exige respuesta; siempre puede mantenerse apagado (resistiendo, si se los padece, los embates del celoso o del molesto). (Esto ocurre así, sospecho: el número de quien llama se muestra en su pantalla, revelando, acaso, la identidad del emisor. Si este cae bajo el casillero de ‘molesto’ o ‘inoportuno’, simplemente se opta por desactivar el ruido o movimiento que nos pone sobre aviso.)
¿Y los más recientes implementos: fotos, cámaras, conexión a internet? Hoy un celular es un mundo: el audiovisual. El tecnológico. Que es, a su vez, otra extensión, una de altísima importancia, de nuestro organismo.
Constituye, además, una ocasión para ejercer la caridad. Si los demás quieren hallarnos, si no estamos en nuestros hogares, ¿qué otra vía (que otra más efectiva) que el celular para que den con uno? Tener un celular, si se dispone de los medios para ello, es casi una obligación social.
Tienen razón. Mis motivos para sustraerme a su influjo (pues no: no tengo celular), son espurios. Que salen caros, que es otra erogación fija mensual, que mi ingreso no es alto. Después están los otros, los del orden de las excusas. Que no quiero estar perpetuamente disponible, que es molesto, que es cancerígeno. No me los creo ni yo.
Por todo esto debería comprarme uno. Por eso quiero, en estos momentos, recordar a todos aquellos que propusieron, sugirieron, insistieron, aconsejaron, opinaron que debería comprarme uno, que tenía que hacerlo. Sus nombres son legión. Ornella (quien era capaz incluso de suspender un coito para recordarme mis deberes), Zato, Cobiñas, Santiago, Facundo, Glenda y Justina (quienes llegaron incluso a mencionar, y no tan en broma, la posibilidad de comprarme uno), Martín, ML, Nacho, pero por sobre todo al inefable, al persistente Zedi Cioso, amigo del alma. A todos ellos quiero decirles que… ¿ven este celular? Métanselo en el culo.
Matías Pailos
PD: No me voy a comprar nada.
PD2: ¡No-me rompan-más-los huevos!
-¡Comprate un celular, Fede!
Solo para agregar seguidamente un estentóreo
-¡No me rompas más los huevos!
Tenía razón, de suyo. Es algo que debía hacer en breve. Sus ventajas (las del celular) son infinitas. La ausencia de contras evidentes, palmaria. Permite, por caso, y a muy bajo costo, la comunicación muda a distancia un sábado a trasnoche, en antros oscuros, dentro de tugurios infectos. Esto, muchas veces, es imprescindible para notificar buenas nuevas, malas nuevas, formular pedidos, plantear interrogantes, continuar hablando. Favorece el levante, el encuentro furtivo, la reunión amistosa en noches de soledad. Es la vía indispensable para concertar citas y salidas decididas a último momento (es decir, en el acto). Socorre, también, al celoso en el (momentáneo) alivio de sus penas; verdad es que, igualmente, ante el fracaso en la comunicación, ante una excusa o una performance poco convincentes, solo magnifican sus sufrimientos. Pero, no jodamos: el celoso solo quiere reproducir ý ahondar sus celos. De este modo, el celular se muestra siempre auxiliando la satisfacción de sus deseos.
El celular no delata; vean si no a la modalidad ‘vibrador’ en funcionamiento, avisando de mensajes sin importunar al entorno. El celular no demanda abrir el pico; he ahí los precitados ‘SMS’, prestos a dar cauce a los arrestos comunicacionales del callado o mudo. El celular no exige respuesta; siempre puede mantenerse apagado (resistiendo, si se los padece, los embates del celoso o del molesto). (Esto ocurre así, sospecho: el número de quien llama se muestra en su pantalla, revelando, acaso, la identidad del emisor. Si este cae bajo el casillero de ‘molesto’ o ‘inoportuno’, simplemente se opta por desactivar el ruido o movimiento que nos pone sobre aviso.)
¿Y los más recientes implementos: fotos, cámaras, conexión a internet? Hoy un celular es un mundo: el audiovisual. El tecnológico. Que es, a su vez, otra extensión, una de altísima importancia, de nuestro organismo.
Constituye, además, una ocasión para ejercer la caridad. Si los demás quieren hallarnos, si no estamos en nuestros hogares, ¿qué otra vía (que otra más efectiva) que el celular para que den con uno? Tener un celular, si se dispone de los medios para ello, es casi una obligación social.
Tienen razón. Mis motivos para sustraerme a su influjo (pues no: no tengo celular), son espurios. Que salen caros, que es otra erogación fija mensual, que mi ingreso no es alto. Después están los otros, los del orden de las excusas. Que no quiero estar perpetuamente disponible, que es molesto, que es cancerígeno. No me los creo ni yo.
Por todo esto debería comprarme uno. Por eso quiero, en estos momentos, recordar a todos aquellos que propusieron, sugirieron, insistieron, aconsejaron, opinaron que debería comprarme uno, que tenía que hacerlo. Sus nombres son legión. Ornella (quien era capaz incluso de suspender un coito para recordarme mis deberes), Zato, Cobiñas, Santiago, Facundo, Glenda y Justina (quienes llegaron incluso a mencionar, y no tan en broma, la posibilidad de comprarme uno), Martín, ML, Nacho, pero por sobre todo al inefable, al persistente Zedi Cioso, amigo del alma. A todos ellos quiero decirles que… ¿ven este celular? Métanselo en el culo.
Matías Pailos
PD: No me voy a comprar nada.
PD2: ¡No-me rompan-más-los huevos!
31 Comentarios:
Así se habla. No te dejes convencer y prometo no hacerlo yo tampoco (al menos vamos a acompañarnos cuando, en el juicio final, al quedar dividido el mundo entre quienes tienen celular y quienes no, Dios mande una invitación al Paraíso en forma de sms.(Perdón, no sé de qué hablo, estoy algo borracha y todo lo que podría comentar sobre el asunto ya lo dijiste.))
R.
"Constituye, además, una ocasión para ejercer la caridad. Si los demás quieren hallarnos, si no estamos en nuestros hogares, ¿qué otra vía (que otra más efectiva) que el celular para que den con uno?"
Intentaremos entonces en lo posible, Sr. Pailos, no "mendigar" más su valiosa presencia.
Y ya que abjura tanto del celular, le informo que acabo de hacerme fanático de la colombofilia y sólo atenderé recados suyos entregados por palomas mensajeras.
R: está en los Evangelios (Marcos, 3:17): "benditos sean los pobres de celular, pues de ellos será el reino de los cielos".
ZD: no necesito celular, no necesito palomas. Leo a Dick, practico la telepatía.
ya somos 3 sin celular, yo los detesto.
esto va a parecer raro, pero ¿anónimo R es una chica? yo siempre creí que la chica de mi vida iba a ser una que no tuviera celular y ahsta ahora nunca la conocí. además me gustó su comentario.
no estoy loco, esto es muy en serio, por favor díganme si es una chica que entonces la quiero conocer y ya.
Su post es mi post, no tengo celular.
Cada 6 meses me hago un cuestionario pros/contra.
Hasta julio 2007 va ganando no celular.
jp:lo entiendo, mi último amor no usa ni celular, ni computadora, ni tiene t.v: una joyita!!!
No, macho...: R es un chabón. Seguí participando.
Pau: la razón manda a comprar un celular (siempre que se dispongan de los medios). Lo demás es pereza o capricho. O una enorme rabieta (es mi caso).
seguro... no se p de pau ni r. ni jp, pero para que va a querer un celular mp si vive de prestado... cuando lo necesita siempre hay un amigo gil que se lo presta...
la mejor solucion (como siempre) es el boicot... espero adhesiones... ya va a aprender este pibe.
resentidamente suyo.
Resistiré.
Mire, Pailos, yo durante dos años tuve el celular apagado y lo prendía sólo para hablar o cuando quería que me encontraron. Ahora me reconcilié con la vida y hasta me alegra que me llamen. Piénselo como una alternativa de transición posible. Abrazos y buen año, Cobas
resista, mp, resista siempre, la ausencia debe ser ausencia, el silencio silencio, la aparición aparición, la repetición repetición, la repetición repetición, resista, resista siempre, resista, mp, resista siempre, la ausencia debe ser ausencia, el silencio silencio, la apariciòn, repetición, el silencio resista, recita ser la ausencia, mp, siempre, siempre, siempre
debo confesar que yo no quiero celular, rara vez lo pido prestado (no se ni prenderlo), pero adoro que todo el mundo tenga así los puedo ubicar.
Es egoísta lo mío, pero la idea de tener encima una especie de antena satelital me pone mal, y con lo ansiosa que soy no podría hacer un uso racional al estilo cobiñas.
saludos.
p.d: para mi el mejor invento es el contestador telefónico.
ER, o el comentario como pieza literaria. ¿Se puede hacer un post de eso -con algunos mínimos retoques?
Pau: qué decir... sí, es egoísta de nuestra parte. Después le cuento cómo me fue con el boicot que Zato me está organizando.
mp: vamos a intentarlo.
Yo renegaba del celular. Igual que usted, yo decía: "es cancerígeno", "no quiero estar siempre disponible". Una vez en el 2001 aprox. salía de un negocio y un promotor me dijo "Si los últimos 2 números de su tarjeta de crédito coinciden con los que tengo acá anotados, se habrá ganado un celular"; seguido a ese 'juego anzuelo' un vendedor me contaba las bondades del celular y tal vez del plan (no me acuerdo qué me decía); cuando me dio la birome para que firme, le respondí "nadie en el mundo te regala nada, menos en Argentina, así que si me dan esto es porque yo termino perdiendo, por lo cual no acepto". Después de tamaña estupidez dicha, me retiré.
Hace un año y un par de meses me compré un celular. A decir verdad, lo encuentro muy útil.
¿Qué me hizo cambiar? Empezar a pensar aunque sea un poco (con inteligencia).
Saludos.
No es cuestión de pensar, ni siquiera de pensar con inteligencia. Es un problema de acción, de decisión, y de dejar de poner excusas. (Gracias por la anécdota. Ilustrativa. Yo hubiera hecho otro tanto, sospecho.)
Empecé a pensar, por primera vez. En mi caso, eso me hizo cambiar.
¿Y cómo fue que empecé a pensar?
Yo creía que pensaba. Hasta que un día , mi novia (nos conocíamos hacía 4 meses masomenos) me dijo "¿Y cuándo vas a pensar con inteligencia?" Ufffff, qué fuerte dolor que significó eso.
Ahora se que pocas veces pienso con inteligencia; así es la cosa, no se arranca de cero a 100 en un segundo.
Después de hacer temblar algunos prejuicios paranócios míos, tipo "las empresas de servicios siempre te quieren cagar", "no puedo pagar eso" (gracias a una resignificación de lo que es el valor, el precio y el pagar por algo) me muevo con un poco más de libertad mental para aprovechar los servicios o bienes que necesito.
Pero fue un arduo y largo trabajo, que hoy día sigue, porque quiero tener un poco de aire. El psicoanálisis tiene su función, y me es muy útil, y más que eso, ese trabajo me ayuda a sacarme las ideas que no me dejan respirar.
Namasté.
mirá, leí atentamente y dice borracha, con a. me estoy obsesionando, rastree los comentarios anteriores y una sola persona firma como r, y es roberta, porque entré a su blog y vi. puede ser otra persona la uqe hizo el comentario de arriba y yo estar equivocándome pero lo dudo. por supuesto que voy a seguir participando.
p de pau gracias por comprender que no estoy loco y celebro lo de tu nuevo amor.
diego, pensar con inteligencia es consumir lo que ellos quieren creyendo que vos lo elegiste?
basta de prestarle al celular al pibe este!!!. Pero no tanto para que se sienta "especial", marginado, con un hermano mayor cerca que le dice que tiene que hacer para hacer lo contrario, que eso es lo que venimos buscando desde siempre. Porque, en el fondo, acá hay dos conversaciones: la del que le muestra el celular nuevo al amigo y le cuenta todas las nuevas features y, la otra, la que defiende pailos, la del tipo que no quiere, que se resiste, que argumenta hasta lo inargumentable para asegurar que no, que no necesita celular. Prefiero la de Pailos pero, claro, tengo celular y yo también tengo que defender lo mío
Pero sí, se te viene boicot, muñeco
ER: tu pregunta es similar a si fue primero el huevo o la gallina.
Pensar con inteligencia sería, como por ej., cuando un profesor de filosofía dijo que era muy importante hacer buenas preguntas, entonces un alumno le preguntó "¿Qué es una buena pregunta?" y el profesor le respondió "¡Esa! es una buena pregunta".
Así que como dije, pensar con inteligencia tiene que ver con eso.
Y la respuesta del profesor no fue ninguna tautología ni ninguna estupidez. Y la pregunta del estudiante era una buena pregunta, simplemente porque.... (llenar con tu respuesta)
Además, llevo una dieta alcalina, la acidez no me ataca hace mucho.
Suerte.
MP: Sí, sí. Pero la próxima vez que me pidas mi número de celular para encontrar a alguien (equis persona), te lo voy a meter en el lugar prefijado. Ya verás.
(BTW: ¿Sabían que el celular produce de las mismas ondas con la que tu microondas te calienta el mondongo que anteayer te dio tu abuela? Ja, carajo, y lo tengo todo el día al lado del marote. Dice el manual: "si ud. no se siente seguro, utilice manos libres". Pelotudos. Nosotros, claro. Vamos a tener la azotea al espiedo antes de que te la queramos contar. )
PD: ¡No, no me estoy acostando a las 11:40 de la mañana! ¡Me acabo de despertar, qué piensa ud. de mí!
diego, fue una pregunta sincera, no ácida, a pesar de ser un tanto retórica.
pero claro, es un camino finito todo esto, bailando por un sueño tiene un gran rating, ¿eso lo legitima?
sds
Comprate un celular.
(Y sí, tenía que ponerlo.)
Gracias por ir ayer. Gracias por quedarse hasta ocho y pico cuando tenía una cena a las ocho. Espero que le haya gustado.
Sí al boicot. Por mi parte, no piendo atender más llamados que Pailos realice a mi celular.
En cuanto escuche su voz cancherita decir "que hacés, querido", le corto. A partir de hoy, que me llame a mi teléfono de línea y si no me encuentra que deje mensaje.
Lo de las microondas que comenta Ludwig es cierto, el celu te fríe el cerebro y parece que su efecto es mucho peor en niños (a los que las empresas tientan constantemente con promociones para que tengan su primer celular) ¿Alumbraremos una nueva raza de ciudadanos lobotomizados?
Uyyy, y ni que hablar de los que los llevan colgando de la cintura: el veinte años media humanidad tendrá cáncer de próstata...
Abrazos siempre esperanzados :-)) Cobas
ER:
diego, fue una pregunta sincera, no ácida, a pesar de ser un tanto retórica.
Sí, después me quedé pensando si la intención había sido realmente había sido ácida.
pero claro, es un camino finito todo esto, bailando por un sueño tiene un gran rating, ¿eso lo legitima?
Un ser humano (hasta ahora hubieron pocos en la tierra) dijo que había que entrar al Reino de los Cielos por la Puerta Angosta, ¡vaya si será angosta! Hasta ahora solo he olido un perfume que venía de ese lugar, y las veces que traté de entrar me rompí la nariz.
Dicen que ese programa es el que más raiting tiene. Debe ser porque todos sueñan (a futuro) con algo, y como no quieren saber nada de lo que les está pasando ahora, se embarcan en un baile de sueños. Aclaro que hay muchas cosas a las que también yo les pongo resistencia; lo que me diferencia es que soy conciente de mi estupidez.
Saludos.
Ah, no, Pailos, leyendo los otros comentarios, veo que es como la gente que dice no fumar por no comprarse cigarrillos y le fuma los cigarrillos a los fumadores asumidos (padezco algunos y, en ese aspecto, los desprecio). Despierte, Federico, está viviendo en una mentira que le paga el resto.
Lo sé, S, lo sé. Me amparo en Cerati: "¿qué otra cosa puedo hacer?". Pero ya los escuchó a ML y a ZC: el coso ese es cancerígeno. Además, soy tan, pero tan perezoso...
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal