Pailos
Soy rencoroso; soy envidioso; soy egoísta. Te envidio, Cioso; te guardo rencor. Tenés cosas que quiero para mí. Eso no me hace bien. Digo, ejercitar el resentimiento. Sospecho que la táctica más conveniente para lidiar con él no es el asesinato. Los aspectos más oscuros de nuestro espíritu suelen ser irreductibles. Si algo sacan de un ataque frontal es su propio fortalecimiento, o al menos ensuciar lo suficiente la batalla como para que lo máximo a lo que podamos aspirar sea a una victoria pírrica. (O pirrónica. No, creo que pírrica.) Lo cuál no significa, ni mucho menos, que no haya que intentar lidiar con ellos. Combatirlos, por cierto; procurar menguar sus fuerzas. Pero esto no siempre se puede. A veces, solo queda cerrar la puerta y esperar que se les pase la rabieta. A veces solo queda esperar que se cansen de pegarnos.
Tengo mis méritos, no te vayas a creer. Soy exhibicionista y melodramático, y sé implementar el fraseo corto. No soy gracioso, no soy elaborado, no soy inteligente. Por suerte, las primeras son virtudes literarias tan legítimas como las últimas. No veo que debería guardarme lo que puedo mostrar solo porque hay quienes no disfrutan del coraje para hacer otro tanto. Dos observaciones: sí, el pueblo pide sangre. Yo pido sangre. Cuando leo un blog, pido que el autor esté en la letra. Vos solés esquivar el cuerpo. Es algo que tendrás que aprender a controlar. Se puede. También yo puedo aprender el humor, la paciencia y la perspicacia. No es esperable que llegue muy lejos en estas lides; algo más quizás se pueda esperar de vos en aquellas. Pero, francamente: hay algo de rastrero en la acusación. Se parece demasiado a las lágrimas de los jugadores de River ante el planteo mezquino de un equipo chico, que encima les mete un gol de contraataque y aguanta los trapos hasta el pitazo final. ‘Se vinieron a colgar del travesaño’, ‘no nos salieron nunca; así es difícil llegar’. ¿Y qué querés que hicieran, hermano? Tienen menos presupuesto, menos jugadores, el árbitro les juega en contra… ¿y encima pretendés que se regalen? Imponete con tus armas, si pretendés hacerlo. No me chicanees. No me vengas a regatear solo porque te enamoraste de tu personaje contenido y superficial, que nunca se emborracha, que nunca hace papelones. Yo me emborracho. Yo solo hago papelones. Y, si yo fuera público, pagaría por verme caer. (Soy tan lindo cuando pifio…)
Soy prepotente. Soy (vos lo sabés) un bielsista de ley, y voy al frente como loco (contrariamente a lo afirmado en el párrafo anterior, porque también soy contradictorio). Pensé que la productividad y la eficacia eran méritos. Lo sigo pensando. Si se es bueno, la intensidad de trabajo aumenta las obras buenas, y la probabilidad de obtener algún milagro. Si no se es bueno, se mejora. ¿Por qué exponer los bocetos, por qué no esperar a la versión definitiva? No obligo a leer a nadie. Pero, por favor: sigan leyendo, sigan comentando. De ahí también se mejora. ¿Tengo que disculparme por la pereza ajena? Vamos…
Yo no quiero que se vaya nadie. Más aún: quiero que escriban todos, todo el tiempo. Cursé varias invitaciones. Algunos respondieron positivamente. Insisto más que nadie para que los que participan poco, lo hagan más. Trato de tirarles tema, dentro de lo que la cortedad de mi mollera me permite. Te tiro tema, te insto a que escribas más.
Me parece que, dentro de lo posible, procuro que esto siga siendo un espacio colectivo. No por altruismo, porque (ya lo confesé) soy egoísta. Mirá: detesto la soledad. No quiero quedarme hablando a la pared. Por eso leo, discuto, argumento hasta donde puedo. ¡Hasta comento lo que no leí, por Dios! Y escribo, por caso, sobre vos. Escribo panegíricos sobre vos. (Tengo una ‘Apología de Cioso’ presta a ser hecha pública, de ser necesario.)
Con esto quiero decir: no me vengas con Stalin, guacho. Yo los quiero a todos acá, pero no fuerzo a nadie. ¿Qué yo marco el pulso de el blog? Por supuesto: vos te mancaste a la primera de cambio. No veo, contrariamente a lo que Germán, necesidad de que nadie deponga nada de sus intereses y personalidad para participar acá. Espero, claro, que se me permita otro tanto. Si no se sienten cómodos con cuánto escribo, con cómo escribo… bueno. Si prefieren dejar de escribir… okey. Pero si nadie, salvo vos, se queja, entonces es otra cosa. Entonces es una cuestión entre vos y yo.
Porque es eso, ¿no? ¿Quiénes escriben? Los que quieren ser escritores: vos y yo. ER ya es escritor (ya publicó, y en cantidad). Al resto le interesa participar, más bien como divertimento, como otro modo de reunirse, como una extensión de nuestra amistad. Pero para vos y para mí es distinto. A nosotros nos va la vida en esto. En cierto sentido, nos jugamos la piel acá –y el resto no. Escribir y que nos lean… hace un tiempo lo veíamos como una quimera. Más o menos para el tiempo en que creíamos que nunca íbamos a ponerla. ‘¡Otra infidencia, la puta que te parió!’. No conviene menear el manto delante del toro si no se está seguro de escapar a tiempo.
Pero te juzgo mal; soy injusto. ¿Qué hiciste? Exactamente lo que te pedía. Te ensuciaste, te rebajaste a la injuria y la amenaza (la amenaza del exilio, posibilidad que abomino; no lo hagas, te necesito cerca para putearte). Hiciste lo que reclamaba: pusiste los trapitos al sol. ¿Y yo? Yo no puse una pizca de humor en mi réplica. Yo no aprendí nada, seguí siendo el mismo lechehervida de siempre, que actúa sin medir las consecuencias. Con lo cuál azuzaste esta respuesta, y pusiste un poco más de pimienta al sitio. Más aún: explicitaste mi estrategia. Ahora debería hacer otra cosa. Pero esperá sentado: nadie cambia en la victoria. Me refiero a que, mal que mal, unos pocos nos leen. El vencedor de esta disputa (no del debate) sos claramente vos. Así que me retiro avergonzado. Soy profundamente inoperante. Ni siquiera encontré un amigo que me dijera lo que debía escribir.
Matías Pailos
Tengo mis méritos, no te vayas a creer. Soy exhibicionista y melodramático, y sé implementar el fraseo corto. No soy gracioso, no soy elaborado, no soy inteligente. Por suerte, las primeras son virtudes literarias tan legítimas como las últimas. No veo que debería guardarme lo que puedo mostrar solo porque hay quienes no disfrutan del coraje para hacer otro tanto. Dos observaciones: sí, el pueblo pide sangre. Yo pido sangre. Cuando leo un blog, pido que el autor esté en la letra. Vos solés esquivar el cuerpo. Es algo que tendrás que aprender a controlar. Se puede. También yo puedo aprender el humor, la paciencia y la perspicacia. No es esperable que llegue muy lejos en estas lides; algo más quizás se pueda esperar de vos en aquellas. Pero, francamente: hay algo de rastrero en la acusación. Se parece demasiado a las lágrimas de los jugadores de River ante el planteo mezquino de un equipo chico, que encima les mete un gol de contraataque y aguanta los trapos hasta el pitazo final. ‘Se vinieron a colgar del travesaño’, ‘no nos salieron nunca; así es difícil llegar’. ¿Y qué querés que hicieran, hermano? Tienen menos presupuesto, menos jugadores, el árbitro les juega en contra… ¿y encima pretendés que se regalen? Imponete con tus armas, si pretendés hacerlo. No me chicanees. No me vengas a regatear solo porque te enamoraste de tu personaje contenido y superficial, que nunca se emborracha, que nunca hace papelones. Yo me emborracho. Yo solo hago papelones. Y, si yo fuera público, pagaría por verme caer. (Soy tan lindo cuando pifio…)
Soy prepotente. Soy (vos lo sabés) un bielsista de ley, y voy al frente como loco (contrariamente a lo afirmado en el párrafo anterior, porque también soy contradictorio). Pensé que la productividad y la eficacia eran méritos. Lo sigo pensando. Si se es bueno, la intensidad de trabajo aumenta las obras buenas, y la probabilidad de obtener algún milagro. Si no se es bueno, se mejora. ¿Por qué exponer los bocetos, por qué no esperar a la versión definitiva? No obligo a leer a nadie. Pero, por favor: sigan leyendo, sigan comentando. De ahí también se mejora. ¿Tengo que disculparme por la pereza ajena? Vamos…
Yo no quiero que se vaya nadie. Más aún: quiero que escriban todos, todo el tiempo. Cursé varias invitaciones. Algunos respondieron positivamente. Insisto más que nadie para que los que participan poco, lo hagan más. Trato de tirarles tema, dentro de lo que la cortedad de mi mollera me permite. Te tiro tema, te insto a que escribas más.
Me parece que, dentro de lo posible, procuro que esto siga siendo un espacio colectivo. No por altruismo, porque (ya lo confesé) soy egoísta. Mirá: detesto la soledad. No quiero quedarme hablando a la pared. Por eso leo, discuto, argumento hasta donde puedo. ¡Hasta comento lo que no leí, por Dios! Y escribo, por caso, sobre vos. Escribo panegíricos sobre vos. (Tengo una ‘Apología de Cioso’ presta a ser hecha pública, de ser necesario.)
Con esto quiero decir: no me vengas con Stalin, guacho. Yo los quiero a todos acá, pero no fuerzo a nadie. ¿Qué yo marco el pulso de el blog? Por supuesto: vos te mancaste a la primera de cambio. No veo, contrariamente a lo que Germán, necesidad de que nadie deponga nada de sus intereses y personalidad para participar acá. Espero, claro, que se me permita otro tanto. Si no se sienten cómodos con cuánto escribo, con cómo escribo… bueno. Si prefieren dejar de escribir… okey. Pero si nadie, salvo vos, se queja, entonces es otra cosa. Entonces es una cuestión entre vos y yo.
Porque es eso, ¿no? ¿Quiénes escriben? Los que quieren ser escritores: vos y yo. ER ya es escritor (ya publicó, y en cantidad). Al resto le interesa participar, más bien como divertimento, como otro modo de reunirse, como una extensión de nuestra amistad. Pero para vos y para mí es distinto. A nosotros nos va la vida en esto. En cierto sentido, nos jugamos la piel acá –y el resto no. Escribir y que nos lean… hace un tiempo lo veíamos como una quimera. Más o menos para el tiempo en que creíamos que nunca íbamos a ponerla. ‘¡Otra infidencia, la puta que te parió!’. No conviene menear el manto delante del toro si no se está seguro de escapar a tiempo.
Pero te juzgo mal; soy injusto. ¿Qué hiciste? Exactamente lo que te pedía. Te ensuciaste, te rebajaste a la injuria y la amenaza (la amenaza del exilio, posibilidad que abomino; no lo hagas, te necesito cerca para putearte). Hiciste lo que reclamaba: pusiste los trapitos al sol. ¿Y yo? Yo no puse una pizca de humor en mi réplica. Yo no aprendí nada, seguí siendo el mismo lechehervida de siempre, que actúa sin medir las consecuencias. Con lo cuál azuzaste esta respuesta, y pusiste un poco más de pimienta al sitio. Más aún: explicitaste mi estrategia. Ahora debería hacer otra cosa. Pero esperá sentado: nadie cambia en la victoria. Me refiero a que, mal que mal, unos pocos nos leen. El vencedor de esta disputa (no del debate) sos claramente vos. Así que me retiro avergonzado. Soy profundamente inoperante. Ni siquiera encontré un amigo que me dijera lo que debía escribir.
Matías Pailos
12 Comentarios:
Todo equivocado, tal vez porque volviste a escribir bajo el efecto de psicotrópicos. Voy a tratar de echar luz sobre el asunto:
1. Lanzás una acusación directa hacia mí cuando lo que yo hice fue reproducir el diálogo que tuve con un viejo compañero de la facultad (que vos no lo conozcas no significa que no exista) y a quien pienso llamar para que venga a hacerse cargo del desmadre que causó.
2. A pesar de eso debo admitir que los argumentos de Germán hicieron mella en mí y, al publicarlos también debo hacerme cargo de su defensa pública.
3. "Tengo mis éxitos, no te vallas a creer". En este caso me parece que no es idónea la estrategia de tirarse a menos para ser más. Lo que plantea Germán precisamente es que este blog es un éxito (en gran medida, sino casi absolutamente) tuyo.
4. Me parece que el otro planteo de Germán que no supiste o quisiste interpretar (tal vez porque te enamoraste del papel de víctima y mártir) es que el blog, como todo género, tiene su propia gramática y que vos fuiste el que mejor supo leer ese conjunto de "reglas no escritas" y por eso te apropiaste de él o, en su desafortunada expresión "tomaste el poder" (nadie te acusa de haber iniciado una purga).
5. Esa gramática del blog parecería exigir entonces "un blog-un nombre" "un blog-una personalidad" "un blog-una persona" y en ese marco un blog colectivo sería como un oxímoron.
Puede que Germán esté equivocado, en todo caso su argumento me resultó muy interesante y me pareció enriquecedor compartirlo con los lectores y los otros matetuertistas. Si el blog pide sangre y vos sos un dador a tiempo completo, como bien decís, tal vez el plasma aguachento que aportan los demás sea un estorbo para los lectores-vampiros.
Tal vez no. Digamos que quería saberlo. Y me parece bueno que esto se discuta desde dentro y todos los lectores puedan participar (que es, por otra parte, lo antistalinista).
6. Ni estoy enamorado de "mi personaje" (que no me interesa construir) ni quiero aprender a ser como vos (otro problema, proyectar en los demas el deseo de que anhelan ser como uno y no pueden o no saben cómo). Me parece que no es mi estilo lanzar chicanas, como sí parece ser caso en este post.
7. Al final, como maestro dialéctico del blog que sos te salís con la tuya con gran finalle: yo logré ser como vos y vos terminás como víctima irredenta (en tu propio post, trasladando el debate a tu propio terreno).
8. Para mí el quid de los planteos de Germán es si todos podremos convivir en un blog con una primera persona como la tuya. Yo quisiera que sí, que los lectores (esos antes quiméricos que ahora existen)nos dijeran que ven acá una paleta de sonidos y no una misma canción con coro gospel. Eso no significa que todos tengamos que aprender a hacer pública nuestra intimidad (salvo que querramos) sino que cada uno adquiera valor por lo que tiene para decir y cómo lo dice.
9. Y si lo querés así, será entre vos y yo, aunque yo prefiero un debate a un duelo del lejano oeste.
(De todos modos siempre supe que un día acabaríamos cagándonos a trompadas. Esto último es un chiste, ¿no?)
Si bien de alguna manera, (cobiñas dixit), al respecto del caso woyzeck, "no nos estaremos yendo ligeramente al carajo?", es un texto que me resuena a la hora de sentarme a leer y escribir sobre esto, me veo obligado a participar.
No acuerdo con el género de la acusación personal, porque eso sí me parece propio de otro espacio.
Pero tampoco hubiese acordado, de enterarme que ZC se encontró con MP y le dijo lo que G pensaba del blog sin abrirlo al resto de los participantes.
El enojo de MP parece responder a un sentimiento de traición.
Por supuesto, salvo por alguna escena bochornosa en que tuve que intervenir para que no siguieran rompiéndome particularmente las pelotas con sus bravuconadas dirigidas del uno al otro, lo cual no menciono al azar en este momento, no los conozco tanto como para saber su relación de largos años, y tampoco (espero que en esto me acompañen otros aquí) me interesa saberla.
Sí creo que ZC volcó entre otras dos cosas en su blog, preocupación y defensa (sí, defensa) de su amigo, reponiendo su nombre constantemente ante la imposibilidad del otro de nombrarlo.
Por otra parte, la presencia de los textos de MP tiene que ver con ese interés mencionado, y su compulsión a la escritura, y si parece un solista rodeado de un coro, no es por sus actitudes stanilistas sino por, en todo caso, la actitud menemista de muchos otros. Por mi parte, nunca sentí eso, ya lo dije en el comentario anterior.
Ahora, si escribir acá tiene algo que ver con la idea o figura de escritor o algo así, ya es otro punto, absolutamente personal.
MP, cuando decís que Kari y Noi, su alter ego, son lo mismo, y si deberías diferenciarlos, yo digo que sí, absolutamente sí, hay que diferenciarlos.
Uno es cuerpo en un mundo, otro es luz en otro mundo. O en el texto, letra, claro.
Desde esa mera, básica y completamente idiota definición de mundos físicos y simbólicos, se funda algo importante, que es la posibilidad de navegar.
Pero el cuerpo está en otro lado.
Y si no, pregúntenle a Artaud.
Luego de leer Beckett y Lamborgha,hace ya 20 años, la ficción me pareció que no podía conducir mi cuerpo por la letra, y que necesitaba otra cosa, más verdadera y testimonial, no de hechos, sino de un contrahecho: yo.
Cuando entendí que desde la ficción podía decir lo mismo, pero con el plus de la imaginación no meramente verbal, creo que me convertí en algo así como escritor.
Debo irme, lo lamento pero continuará
No, no es un chiste: vamos a acabar a las trompadas.
No creo, sin embargo (contra lo que podría temerse) que eso marque el fin de la amistad, sino el inicio de una nueva etapa.
Nada de esto tiene que ocurrir en lo inmediato.
Sí: estoy enamorado de mi personaje.
ER: diferenciarlos a Noi de Kari es esencial para algunas estéticas; no para todas. Me está gustando el Zuckerman de Roth, y no veo muchas diferencias entre ellos. Creo que Roth tampoco.
Además: no hay compartimentos estanco en esto. La vida se entrecruza con la ficción, querramos o no, más o menos, de uno u otro modo. En Roth, por ejemplo, parece que más (al menos con Zuckerman).
Esto no lo dije ni en el post ni en mi comentario anterior: tu post, ZC, me pareció enriquecedor. Solo saco cosas positivas de él. Me parece que, en buena medida, traés a la palestra dudas e inquietudes que a nosotros, MTístas, nos acucian con respecto a este espacio. Y de un modo legítimo, y literariamente rico: el diálogo (entre vos y G), el contrapunto de ideas, la tensión dialéctica. Tu planteo no escamoteó nunca la (relativa) complejidad del asunto. Por todo lo cuál, te aplaudo.
Y una cosa más: a mí sí me gustaría poder escribir como vos. No para hacerlo todo el tiempo. Sí para hacerlo de vez en cuándo, sí para saber que puedo hacerlo, sí para que mi paleta de recursos sea más variada.
buenaaaass...
Me causa gracia la cantidad de coincidencias que vengo encontrando en el pensamiento de todo mi entorno (y es bastante ecléctico les diré).
Me dá la sensación que todos estamos comprando la cosa del balance, de ver donde estamos, como si estar mas tranquilos nos obligara a saber YA mismo que estuvo bien y que estuvo mal este año: en este blog, o en la carrera, o en el trabajo o en la beca que se gano o en el nuevo cargo que ledieron a a aquél...
Señores, hace mucho calor, estamos todos cansados, y yo creo que estaría mas que bien que nos relajemos un poco y surfeemos y no tanta profunditud, pol favol.
Así que reclamo pronto un lindo folletín veraniego, para no tener que desempastar la neurona estival.
saludos muy.
p.d: en fin, hagan lo que quieran, como siempre, yo los quiero igual.
solo para seguir molestando hasta que suban a youtube el video con la pelea de enero entre ZC y MP, afirmo con ER y con Cobiñas lo del caso Woyzeck; es más, diciembre acalorado, yo buscando algo frío que se le parezca una cerveza y llega alguien, pongamosle X, y me dice: bueno, ahora, explicame que es eso que dijiste en el comentario de Woyzeck en ese blog funesto. (más o menos sic). Luego de defender, defender y defender, termino diciendo algo así como "es que el público argentino del teatro es muy conservador" y yo afirmandole para confirmar mi conservadurismo "es que cuando te dicen vamos a ver a jugar a un pibe que la mueve como maradona, lo primero que hacés es compararlo con maradona"
mp: tuve un profe de pensamiento cientifico en ciudad (pleno alto alfonsinismo), que era muy copado, pero muy tomado por las zonas amargas de la vida. Cero dionisiaco. Lamentablemente, de los 30, hablaba para 2 o 3, como siempre. Cuando le dije volviendo un dia en el bondi, que era escritor de narrativa, me dijo que para él el género por excelencia era el diario íntimo. Y yo le dije que particularmente mi idea era lograr ser una persona, y no un personaje.
Tantos años después, y no lo puedo creer: una idea que no se me hizo torta en las nieves del tiempo, como decía LePera.
Gracias por recordármela.
Si Roth no puede ver la diferencia entre él y zuckerman, será un problema de él. Creo que no es un tema de uno u otro tipo de estética, sino de uno u otro tipo de desastre. Pero sospecho que en este punto, el acuerdo entre nosotros será imposible. Y no lo digo para bajarme del intercambio, podemos seguir eternamente, creo que es de los temas que más me divierte.
Pau, quién dijo "yo soy yo y mi circunstancia"?
PH: vea mire mocito, me ha tildado ud. de conservador??
salud
Nada de youtube, ya estamos averiguando disponibilidad de fechas para alquilar el Luna Park. Dicen que después de "La Momia vs Martín Karadagián" "Pailos vs Cioso" promete ser el mayor combate jamás visto.
Gracias por los elogios, Matías, si no hubiera creído enriquecedor el post, no lo habría publicado, pero tampoco desconocía su carga polémica. En cuanto a la escritura, podés escribir como quieras pero lo importante es que ya escribis como "Pailos". Eso es lo bueno, que más allá de las intenciones, sale Pailos.
En cuanto a las dudas planteadas por Germán sobre el carácter del blog creo que la intervención de nuestros lectores y compañeros tuertistas ha sido providencial en vía de hallar, no una sino varias respuestas posibles.
Ver toda esta polémica me genró varias sensaciones: Por un lado es una especie de realit show literario de alta complejidad, donde los dos escritores troncales del blog pelean por su contraposición de ideas al respecto de un tema tan particular como ser: LA IDENTIDAD DEL BLOG. Y en los comentarios aparecen los otros integrantes de la casa (blog) que son los escritores que menos poostean y los que directamente somos público y ocasionales invitados (los lectores). Por otro lado, nos sentimos inmersos y con derecho y hasta casi la obligación de postear/opinar al respecto de cualqueir desmadre producido en el matetuerto, por el simple (pero NO impune) hecho de poder postearlo. Esa sensación es muy parecida a ir al teatro y tener ganas de actuar, morirse por subir al escenario y geenrar otra realidad o sumarse a la que los actores plantean. Así mismo cuando vemos que nuestros comentarios hacen eco en las palabras de cioso y pailos nos sentimos parte. Por otro lado me genera la sensación de una tragedia griega... dos hermanos (¡¿Rómulo y Remo?!) pelean a muerte usando las mejores de sus armas (en este caso las herramientas retóricas y recursos de estilo literario) para aclarar este duelo donde no se pretende dañar al otro, sino, demostrar que el otro no nos puede hacer daño porque ya somos una peste que habita este mundo y no podemos caer más bajo (muy beat y muy punk). Entonces aparece la voz de la conciencia, el coro, formado, sin distinción de edad, ni puclicaciones o posesión de la clave del blog por todos aquellos que recurrentemente leemos las aventuras que nos escriben los protagonistas del mate.
Una salvedad: A ambos los admiro (más a Cioso, tal vez, porque compartimos el vientre materno) mucho y son la prueba viva de que pensar puede traer muchas consecuencias, pero ninguna es verdaderamente mala.
Salud (sí ER, te lo robo, después de todo los babas tocaron y no viniste... cagón!)
Ajjj, ¡cuántas mariconeadas! Váyanse todos a la mierda.
(Chiste, chiste...)
Buenísimo, che. Aguanten y se cagan a trompadas cuando vengan a San Bernardo, así tenemos algo para publicar a la vuelta.
Abrazos, Cobiñas
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