Sr. Sánchez
Sr. Sánchez:
Querer escribir y no saber que. Con impostada inocencia dejarse arrastrar por el tobogán lúbrico de las palabras gastadas pulidas hasta hacerlas billar de carambolas ocasionales como el azar producto de la confianza que libera al sospechoso de su cárcel prisión de agujas invisibles: sí, las hebras de un telar que teje la trama de una novela abandonada antes de iniciarse. Pura dialéctica trunca puro tronco pelado de bosque extinto que no deja ver ni el blanco ojo del vacío que produjo. Baño de mierda para salir perfumado y perjurado de no delatar al más pintado, al que alardea en la esquina última del renglón superior. El hembro, el hombre, el pústulo postulante al oscuro panteón de la fama efímera de la gloria póstuma: el pis con pus que salpica la taza la balanza infiel el bárbaro comedido que se chupa el dedo, el atrás del desierto donde toman sol los evadidos: los adáneos, los felizmente expulsados del paraíso.
Querer escribir y no saber que. Con impostada inocencia dejarse arrastrar por el tobogán lúbrico de las palabras gastadas pulidas hasta hacerlas billar de carambolas ocasionales como el azar producto de la confianza que libera al sospechoso de su cárcel prisión de agujas invisibles: sí, las hebras de un telar que teje la trama de una novela abandonada antes de iniciarse. Pura dialéctica trunca puro tronco pelado de bosque extinto que no deja ver ni el blanco ojo del vacío que produjo. Baño de mierda para salir perfumado y perjurado de no delatar al más pintado, al que alardea en la esquina última del renglón superior. El hembro, el hombre, el pústulo postulante al oscuro panteón de la fama efímera de la gloria póstuma: el pis con pus que salpica la taza la balanza infiel el bárbaro comedido que se chupa el dedo, el atrás del desierto donde toman sol los evadidos: los adáneos, los felizmente expulsados del paraíso.
12 Comentarios:
Lamento que la novela no haya sido lo que prometió. Dio, de todas formas, lugar a este post juguetón y catártico, que expone las facilidades del autor para el contoneo de significantes con significados, amén de pervertidos vaivenes de significantes con significantes y significados con significados. (Eso por no hablar de tríos y orgías.)
Qué va a hacer. La tentación de mostrar la trastienda no dable de ser por todos resistidas -ni en todas las ocasiones.
Si S es hijo de ese bofe que es '62/Modelo para Armar', es comprensible que salga lo que salió.
No tan hijo, o a lo sumo hijo adoptivo, o peor, hijo a la fuerza. A Sánchez no hay que leerlo, hay que bailarlo, como Isadora Duncan con ese dichoso sillón.
Anyway, no era mi intención saldar cuentas con S. Más bien trato de comunicarme con él en su mismo idioma.
Se entendió, Cioso.
PD: Entonces me quedo tranquilo, que el tipo se lee con placer.
Lástima, porque la idea era que no se entendiera nada. (igual algo de eso hay, sino no estaríamos embarcados en esta payada cibernética, Zoilo Pailos).
'algo de eso'. ¿Qué de eso? ¿Cuánto de algo? !Quiero retruco! (Siempre hay que dar la impresión que se sabe de qué se está hablando y, más aún (aunque no se cumpla con lo anterior) que se dirige la conversación.)
La vida es una incógnita
Algunos van, otros que vienen
ya lo dijo el gaucho mayor
"se fingirá el saber
que no se tiene"
Animadísimo debate, muy bien logrado: no se entiende nada de nada. Felicitaciones.
Gracias, Gernández, su palabra es como siempre un bálsamo para estos cuerpos exaustos.
(Cuando decimos Sánchez nos referimos a Néstor Sánchez, escritor argentino elogiado por Cortázar y publicado en francés por Gallimar que se "evaporó" en la década del ochenta al punto que sus amigos le hicieron un homenaje por su muerte mientras él mendigaba en Manhattan y dormía bajo el puente de Brooklin)
Gracias por la info. Me recuerda el caso de un chileno que tuvo una suerte de derrotero a la inversa: Gomez Morel. Toda su vida, en parte, fue una evaporación. Delincuente juvenil, habitante del Mapocho, habitual de lenocinios y correccionales y cárceles. Sodomita por interés. Ya de adulto, ciertos tipos interesados particularmente en su caso, en realidad interesados en probar la verdad inherente a la Gestalt, lo conminaron a escribir su vida, y el tipo se hizo literato abocándose a escribir una trilogía de la cual hoy sólo se conoce una primera parte titulada "El río". La segunda se habría llamado "La Ciudad", y es un fantasma; se dice que existe y que alguien, alguna vez, lo leyó. Ciertos libreros añosos afirman haber tenido en sus manos, años ha, un ejemplar. RSB opina que mienten.
Bueno, de no haber existido el manuscrito, se trataría, literalmente de "la invención de Morel". Hay que tener cuidado con estos casos de escritores con biografías sórdidas, en estados unidos había uno adolescente que había capturado el interés del mundillo intelectual hasta que se descubrió que era la creación de una ama de casa de 40 años cansada de que rechazaran sus manuscritos.
¿Usted leyó algo de El Río? (supongo que el río en cuestión es el Mapocho)
Nice colors. Keep up the good work. thnx!
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