Laurie Anderson es el Pity
Siento que estoy en una disco con las luces de las bolas estroboscópicas en el suelo y el punchi punchi punchi en el aire, en el pecho. Y salto, salto, salto. Y punchi punchi punchi. Con el Pity también se punchi punchi punchi. El Pity te mezcla marcha cuadrada con cumbia jarra loca y rapeo descolocado de Syd Barrett. El Pity está haciendo lo que deberían estar haciendo los Babasónicos. El Pity está adelante y ya les sacó dos vueltas. El Pity es más grande que Spinetta, García y el Indio. El Pity está vivo. El Pity es el más grande porque está vivo.
Laurie Anderson es Tom Zé. Es la versión estática de Zé. Anderson/Zé son las manifestaciones contrapuestas de una impactante presencia escénica. Siempre conviene las grandes palabras para ahorrarse definiciones. Cada canción es un corto, una obra de teatro en un par de minutos con actores que echaron raíces pero no están inmóviles. Cada canción ancla en un referencia concreta, preferentemente de la realidad sociopolítica norteamericana. Y eso es lo peor que tienen.
Pero mejor pensar el concierto como una pintura vanguardista de hace cuarenta años. Ahí va. Cualquier cosa queda bien. Cuánto más televisivo, efímero y coyuntural, mejor. Laurie Anderson es Andy Warhol
No canta: estandapea. Frescos impresionistas de temple neurótico. Los chistes son buenísimos. Laurie Anderson es David Letterman.
Laurie Anderson es un gran escritor. O lo sería si no se dejara ganar por el verosímil. No me digas que soñás con que los enormes dioses de la ropa interior de los carteles publicitarios tomaron la calle: contame que los enormes dioses de la ropa interior tomaron la calle. Pero las asociaciones son excelentes. Laurie Anderson es la versión apretadísima y devaluadísima de David Foster Wallace y Witold Gombrowicz.
Laurie Anderson te digo muchas gracias. Pero muchas gracias, Laurie Anderson. Porque, ¿saben qué…? ¡Vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed, hijos de puta, vi a Lou Reed! ¡Tomen, hijos de puta, tomen: vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed! ¿Así que la vez pasada me quedé con las ganas atravesadas en las puertas del Gran Rex? ¿Así que tuve que esconder las ganas de ver a Lou Reed en el upite? Bueno…: ¡Vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed!
Y camina como mi amigo Facundo.
Matías Pailos
Laurie Anderson es Tom Zé. Es la versión estática de Zé. Anderson/Zé son las manifestaciones contrapuestas de una impactante presencia escénica. Siempre conviene las grandes palabras para ahorrarse definiciones. Cada canción es un corto, una obra de teatro en un par de minutos con actores que echaron raíces pero no están inmóviles. Cada canción ancla en un referencia concreta, preferentemente de la realidad sociopolítica norteamericana. Y eso es lo peor que tienen.
Pero mejor pensar el concierto como una pintura vanguardista de hace cuarenta años. Ahí va. Cualquier cosa queda bien. Cuánto más televisivo, efímero y coyuntural, mejor. Laurie Anderson es Andy Warhol
No canta: estandapea. Frescos impresionistas de temple neurótico. Los chistes son buenísimos. Laurie Anderson es David Letterman.
Laurie Anderson es un gran escritor. O lo sería si no se dejara ganar por el verosímil. No me digas que soñás con que los enormes dioses de la ropa interior de los carteles publicitarios tomaron la calle: contame que los enormes dioses de la ropa interior tomaron la calle. Pero las asociaciones son excelentes. Laurie Anderson es la versión apretadísima y devaluadísima de David Foster Wallace y Witold Gombrowicz.
Laurie Anderson te digo muchas gracias. Pero muchas gracias, Laurie Anderson. Porque, ¿saben qué…? ¡Vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed, hijos de puta, vi a Lou Reed! ¡Tomen, hijos de puta, tomen: vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed! ¿Así que la vez pasada me quedé con las ganas atravesadas en las puertas del Gran Rex? ¿Así que tuve que esconder las ganas de ver a Lou Reed en el upite? Bueno…: ¡Vi a Lou Reed! ¡Vi a Lou Reed!
Y camina como mi amigo Facundo.
Matías Pailos
Etiquetas: Recitales
10 Comentarios:
El rock es como el fútbol: siempre da revancha. La popular (sí, la chupapijas) pide a gritos saber por qué era tan importante para vos ver a Lou Reed.
Volvieron las reseñas de rock, a esta altura, una marca registrada.
"No canta: estandapea"
You are so arty, my dear Mathias.
buenísimo lo de las etiquetas!
excelente post, MP. el último párrafo me mató de la risa. muy bueno.
AI: en algún próximo episodio de 'Éramos tan jóvenes' se puede contar.
N: No te das una idea.
J: Gracias. Salió del corazón -o del upite.
MP: yo salí de ese teatro totalmente nockeada y no sólo por Lou Reed (algo inesperado)esa mujercita parada en el escenario
te pasa una lija por la cabeza, lo mejor que tiene son sus letras,
una poeta dark, una chica gótica "estandapeando" como decís con voz de pitonisa.
en la canción que habla sobre el padre, me caían las lágrimas, pocos artistas producen eso.
y el contrapunto con Lou Reed, fue... no hay palabras, alguien en la fila de atrás decía: pero no está distorsionando un poco? (por la guitarra de L)tuve ganas de convertirme en el perfecto asesino
sin nena que proteger.
saludos
A mí me terminó de comprar con el tema de los expertos.
El espectáculo tiene mucho de teatral -aunque entiendo que fue la menos teatral de sus presentaciones.
Reed es el ancho de bastos de mi mazo. Así que Mrs Anderson no puede hacer mucho contra él. Me solidarizo con tus ganas de perfecta asesina. Si querés me puedo disfrazar de Jean Renoir y le damos entre los dos.
Solo puedo decir excelente post, excelentes los comentarios y fundamentalmente, por fin ALGUIEN reconoce lo que es el PITY, la puta que lo parió. No vi a Anderson nunca, siempre me quedo con las ganas, pero si ud. dice que es Tom Zé, la merd!!, me perdí algo aluscinante. Porque cuando vi a Tom Zé en el Rex sentí que alguien me había estado escupiendo el asterisco por más de una hora y después me pasó una motosierra, pero por la cabeza.
bajate esto http://www.mandarinasrecords.com.ar/mr33.zip qué raro
BN: Zé es tremendo, en efecto. Y el Pity también, pero somos varios los que ya nos dimos cuenta.
Qué envidia Matías y Meridiana y todos los que estuvieron el miércoles ahí!
Pero
no no no, Laurie Anderson no es Andy Warhol; Laurie Anderson es Joseph Beuys.
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