Diez años no es nada (II)
Los White Stripes dieron el mejor show que jamás vi, digo, y en el mismo acto prosigo con la lista de discos favoritos de la década comenzada la semana pasada. Luna Park 2006, supongo, como presentación de su mejor –que no su más popular- disco, “Get Behind Me Satan” (salido el año anterior). Fue una buena oportunidad para comprobar cómo se combinan una batería aporreada en la mejor tradición John Bonham con una guitarra que remeda a los Stooges, a Jimmy Page y a Leadbelly –todo rociado con esa exasperada voz nasal, siempre dispuesta al grito, al llanto y al más sobreactuado melodrama (imaginen lo exagerado del caso que no teme la redundancia)- de Jack White, genio y figura. Acá les dejo uno de sus temas más bonitos, “Forever for her (is over for me)”. Ese año -2006- salía “First Impressions of Earth”, de la afamada banda nuevayorkense The Strokes, aun más retro que sus amigotes de blancas ligas de Detroit. Uno vez más, no es el disco con el que explotaron ni su más eficaz usina de hits. No obstante lo cuál, suena como nunca. No solo son unos Velvet comprimidos con toques de Television. Ahora se animan a ampliar el abanico y a recurrir a cuasi-raegges y a elementos del post-punk. Como botón de prueba, este hit. Mucha testosterona. Cortémoslo con gotitas de ritmo electro maricón a cargo de Hot Chip y su capacidad de hacer bailar a las piedras. Ritmos robóticos y estribillos inolvidables. Más testosterona. Tenemos testosterona mezcal y testosterona cerveza tibia (alias “meo tambaleante”). Rock progresivo mezclado con Led Zeppelín (hay mucho Led Zeppelín por todos lados). Esto no es tan raro. Lo raro son los componentes de rancheros, corridos o sea lo que fuere que suena a mexicano en todo esto (los muchachos son de El Paso, y más de uno de sus antepasados parlaba spagnuolo (ellos lo hacen bastante mal, lo que hace que los queramos más). Inolvidable los momentos Pomelo de Cedric Bixler-Zabala –el hombre con los agudos más altos de la escena indie- en su última visita a Buenos Aires. El disco que más me gusta de ellos es del 2005, y se llama “Frances The Mute”. La cerveza la encanutaron los pendejos sobrexcitados de flema canchera inglesa, los Arctic Monkeys, que en el 2006 se despacharon con el explosivo “Whatever people say I am, that’s what I’m not”, que incluye "I bet that you look good on the dancefloor". Furioso, acelerado, con guitarras inglesas (cortantes y secas –poco delay por las islas) y con la voz a cargo de un pendejo pasado de anfetas. Y de cerveza. Y de talento mod e inteligencia de clase (baja, supongo). Tanto como para parir, discos más tarde, un homenaje al primer Scott Walker y las “humeantes” bandas de sonido de Bond con sus Last Shadow Puppets… nada que ver con Anthony & The Johnsons, el último hito de este recorrido (que probablemente tengo, ufff… una tercera parte). El gigante travesti de tonada más encantadora de los últimos 2000 años, antiguo corista del Rey de New York (el viejo Lou), editó en el 2005 “I’m a bird now”. Baladas para corazones rotos tras relaciones sadomasoquistas. Encantador. Incluye la gran “Fistful of love”, temazo, con Lou en la intro y en la guitarra, con el que cerramos esta entrega. Hasta la vuelta. Deséenme buenas vacaciones.
Matías Pailos
Etiquetas: Música
2 Comentarios:
Que suerte que no conozco a casi-ninguno, en la década que viene voy a poder dedicarme a escuchar lo mejor de la década pasada
Abrazo vo
visitá mi blog www.elchinotuerto.com
jajaja
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal