Correcciones
Correcciones
Noche por medio me convierto en un asteroide que gasta su órbita alrededor del Parque Centenario. Así me deben ver los “amigos de la astronomía” que ocultan el falo eréctil de su telescopio tras un horno de barro blanqueado a la cal. Circunvalo este parque sucio en uno de cuyos extremos las viejas alimentan a gatos que son exterminados en el extremo opuesto, en el nazífero Instituto Pasteur. Corro alrededor del hospital Marie Curie, que homenajea a la dama que descubrió la radiación y el cáncer por radiación y paso frente al Museo de Ciencias Naturales que entre sus sobrerrelieves de flora y fauna autóctona incluye una tribu de aborígenes. Controlo la respiración y balanceo los brazos, atravieso la feria de libros: un sendero estrecho con el olor húmedo de un ropero antiguo donde los puesteros se adormecen mientras acomodan viejos volúmenes o se demoran en remotas partidas de ajedrez. Jamás los veo leer un libro ¿Habrán llegado al punto de aborrecer la mercancía que expenden? Mientras corro imagino frases, cosas que nunca voy a escribir. Mientras corro pienso que escribo que corro. La carrera tiene una duración precisa: 30 minutos. Transcurrido ese lapso los gemelos ceden al dolor provocado por las zapatillas de mala calidad. Entonces desacelero mi marcha, suelto el aire remanente en los pulmones, muevo los brazos aparatosamente: me aplico a la mimesis atlética. Estiro los músculos de las piernas.
Vuelvo a mi casa caminando por las calles interiores. Evitando los pasajes que me recuerden el fragmento de un sueño olvidado.
Zedi Cioso
Noche por medio me convierto en un asteroide que gasta su órbita alrededor del Parque Centenario. Así me deben ver los “amigos de la astronomía” que ocultan el falo eréctil de su telescopio tras un horno de barro blanqueado a la cal. Circunvalo este parque sucio en uno de cuyos extremos las viejas alimentan a gatos que son exterminados en el extremo opuesto, en el nazífero Instituto Pasteur. Corro alrededor del hospital Marie Curie, que homenajea a la dama que descubrió la radiación y el cáncer por radiación y paso frente al Museo de Ciencias Naturales que entre sus sobrerrelieves de flora y fauna autóctona incluye una tribu de aborígenes. Controlo la respiración y balanceo los brazos, atravieso la feria de libros: un sendero estrecho con el olor húmedo de un ropero antiguo donde los puesteros se adormecen mientras acomodan viejos volúmenes o se demoran en remotas partidas de ajedrez. Jamás los veo leer un libro ¿Habrán llegado al punto de aborrecer la mercancía que expenden? Mientras corro imagino frases, cosas que nunca voy a escribir. Mientras corro pienso que escribo que corro. La carrera tiene una duración precisa: 30 minutos. Transcurrido ese lapso los gemelos ceden al dolor provocado por las zapatillas de mala calidad. Entonces desacelero mi marcha, suelto el aire remanente en los pulmones, muevo los brazos aparatosamente: me aplico a la mimesis atlética. Estiro los músculos de las piernas.
Vuelvo a mi casa caminando por las calles interiores. Evitando los pasajes que me recuerden el fragmento de un sueño olvidado.
Zedi Cioso
publicadas por El Mate Tuerto | 9:55 p.m.
7 Comentarios:
El deporte y el hombre. O cómo la actividad física favorece el desarrollo intelectual. En particular, ese al que se aplicaba Pessoa, el del intelecto sintiente o el sentimiento intelectivo.
¿Desea forjar un argumento? Salga a correr.
Todo es cuestión de tener unas zapatillas mejores...
Otra vuelta de tuerca del escritor/corredor...pailos escribio hace un tiempo un post de similares características.
Pero, si bien evidentemente uds. estan mucho juntos, la forma de "ver" es bien distinta.
me gusto mucho (y espero la 4 parte de zafiro!!)
hubiese apostado que el post deporte-escritura de cioso iba a desarrollarse en el agua...
ahora pienso mejor y creo que justamente nunca hubiese transcurrido por ahi...
aunque si lee, por ejemplo, historia de la locura en la epoca clasica. pero esa es otra historia.
me gusto mucho como recorre el color local.
(por algun motivo lo trato de usted... quizas protejo su verdadera identidad)
Gracias a todos, acabo de llegar corriendo al blog para responderles con la lengua afuera.
Buena pista Pessoana, Matías. Y sí, Tate, Prometo comprar otras championes cuando la billetera me lo permita.
Gracias pau. Esta semana llega la parte 4, no desespere.
Y gracias Zato. En verdad ya intenté algo parecido con el medio acuático, una cosa llamada Nadar Escribir (puede consultarla en el rejunte conocido como Zediciones)
Abrazos a todos, me voy corriendo.
querido zedi, más que centrarme en el hecho de la corrida, aunque inevitablemente la mirada tenga algunos granos más de fragmentación por la velocidad impresa en la mirada, no puedo dejar de pensar en un flaneur, en la medida que el objetivo de la recorrida ninguna relación tiene con lo que a la vista se ofrece, y es por eso que el paisaje gotea rápidamente.
Muy bueno.
no entendí qué corno quise decir.
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