Balada de un hombre flaco
Algunas canciones, algunas películas, son tan poderosas como para meternos en su mundo apenas nos exponemos a su radiación. Algunos libros, algunos discos, son tan absorbentes que todo el día, a cada segundo, vivimos dentro del mundo que son. Algunos canciones y algunas películas, algunos libros y algunos discos son tan brillantes, tan pesados y tan etéreos que, sin que lo que nos rodea y somos cambie un ápice, es ahora una extensión, una manifestación, otro avatar de esas canciones y películas, de esos libros y discos. Nosotros, en esos casos, somos los héroes de una historia escrita, cantada y proyectada veinticuatro horas al día, en plena vigilia y en absoluto ensueño, en la pantalla blanca y abollada de nuestra mente.
Hace dos días que estoy en estado I’m not there, la última de Haynes inspirada en quince años de la vida de Dylan. Hace dos días, por tanto, que estoy en estado Dylan. Escucho Dylan y fantaseo Dylan y hablo Dylan y proyecto, especulo y aspiro Dylan. Quiero más.
Me carcomía la pregunta de si era buena. Nadie me la hacía. Yo me la hacía. Sí –si sos un fan de Dylan, si sos un fan de Haynes. ¿Es Velvet Goldmine una maravilla? Pero claro que sí. ¿Entonces? No terminaba de confiar. Pero nada mejor que la opinión de quien no es fan de Dylan, menos aún de Haynes, para reafirmar lo que ya pensaba, sentía y sabía.
Como Velvet Goldmine, muy parecida. La historia nada que ver, me señalaron. Más o menos. Hay un misterio develado por un canalla –el reverso de Velvet Goldmine. Lo que las hermana no es eso, porque el misterio en este caso es mínimo. Es, antes que nada, que ambas son un rompecabezas. Y este es más difícil que el otro.
Las referencias. Los procedimientos. Los homenajes. El factor circense, caleidoscópico, la tentativa de agotar lo que hace a un individuo, realidad y ficción, sueño y vigilia, mito y hechos, remite al Fellini de ocho y medio. Las múltiples historias entrelazadas (profunda o superficialmente), a Lynch –y en particular a Island Empire. Las intervenciones en la cinta, los disparos sobre el pianista, la motoneta atravesando una pantalla fija, al Godard de la nouvelle vague. Son efectivas, y en esa medida, porque son intercaladas, matizadas y traficadas con imágenes icónicas del Dylan de hoy y siempre, por un lado, y con escenas que remiten al puesto del artista en el cosmos, por otro. A la relación del artista con la realidad. A su antagonismo. A su representación. A su confrontación. A su indiferencia. A su arder antes que extinguirse y a su extinguirse antes que arder.
Esta Cate Blanchett haciendo del Dylan de Blonde on Blonde, lo que es decir del mejor Dylan. Está tremenda. Es más Dylan que Dylan. Está el finado Heath Ledger haciendo de Heath Ledger, y le sale espectacular. Hay un pendejo negro haciendo del Dylan que no fue y a Richard Gere haciendo del Dylan que por suerte no fue. Está Rimbaud haciendo de Wilde. Le sale fenómeno.
Recomiendo ir solo, sin nadie alrededor. Sin nadie adelante. Recomiendo ir un día, y al siguiente, y al siguiente. Y dejar que el fantasma de la electricidad aúlle entre los huesos de su cara.
Matías Pailos
Hace dos días que estoy en estado I’m not there, la última de Haynes inspirada en quince años de la vida de Dylan. Hace dos días, por tanto, que estoy en estado Dylan. Escucho Dylan y fantaseo Dylan y hablo Dylan y proyecto, especulo y aspiro Dylan. Quiero más.
Me carcomía la pregunta de si era buena. Nadie me la hacía. Yo me la hacía. Sí –si sos un fan de Dylan, si sos un fan de Haynes. ¿Es Velvet Goldmine una maravilla? Pero claro que sí. ¿Entonces? No terminaba de confiar. Pero nada mejor que la opinión de quien no es fan de Dylan, menos aún de Haynes, para reafirmar lo que ya pensaba, sentía y sabía.
Como Velvet Goldmine, muy parecida. La historia nada que ver, me señalaron. Más o menos. Hay un misterio develado por un canalla –el reverso de Velvet Goldmine. Lo que las hermana no es eso, porque el misterio en este caso es mínimo. Es, antes que nada, que ambas son un rompecabezas. Y este es más difícil que el otro.
Las referencias. Los procedimientos. Los homenajes. El factor circense, caleidoscópico, la tentativa de agotar lo que hace a un individuo, realidad y ficción, sueño y vigilia, mito y hechos, remite al Fellini de ocho y medio. Las múltiples historias entrelazadas (profunda o superficialmente), a Lynch –y en particular a Island Empire. Las intervenciones en la cinta, los disparos sobre el pianista, la motoneta atravesando una pantalla fija, al Godard de la nouvelle vague. Son efectivas, y en esa medida, porque son intercaladas, matizadas y traficadas con imágenes icónicas del Dylan de hoy y siempre, por un lado, y con escenas que remiten al puesto del artista en el cosmos, por otro. A la relación del artista con la realidad. A su antagonismo. A su representación. A su confrontación. A su indiferencia. A su arder antes que extinguirse y a su extinguirse antes que arder.
Esta Cate Blanchett haciendo del Dylan de Blonde on Blonde, lo que es decir del mejor Dylan. Está tremenda. Es más Dylan que Dylan. Está el finado Heath Ledger haciendo de Heath Ledger, y le sale espectacular. Hay un pendejo negro haciendo del Dylan que no fue y a Richard Gere haciendo del Dylan que por suerte no fue. Está Rimbaud haciendo de Wilde. Le sale fenómeno.
Recomiendo ir solo, sin nadie alrededor. Sin nadie adelante. Recomiendo ir un día, y al siguiente, y al siguiente. Y dejar que el fantasma de la electricidad aúlle entre los huesos de su cara.
Matías Pailos
Etiquetas: Cine, Micronsayos
20 Comentarios:
Ché, la crítica está tan buena que espero que no esté mejor que la película. Me prometo ir esta semana, espero cumplirme.
Y ya que estamos paso el chivo, en nuestro programa radial de cabecera: La Otra Radio, van a desmenuzar la peli el próximo domingo, de 00 a 02 en FM la tribu: 88.7
ja ja... sí, es verdad, ariel. y también van a desmenuzar la peli de WKW (Wong Kar Wai), si es que se estrena. WKW es uno de mis directores preferidos, si no el más preferido (por dios, qué películas que hace!!). espero que esta última esté a la altura del resto. voy a extrañar un poco los actores orientales. ya veremos.
con respecto a la de bob dylan, digo lo que dije en la radio: yo no sé nada ni de la vida ni de la obra de bob dylan y siento que, al menos a mí, la película me dejó un poco afuera. no puedo entender del todo el por qué de tantos cambios de actores y de nombres. me parece que cada cosa, cada gesto, cada escenario, cada actor, está cargada de un significado muy grande que yo no le puedo atribuir ni descubrir porque no conozco nada de bob dylan. es verdad que la película es un rompecabezas, pero yo no puedo juntar las piezas porque lo ignoro todo sobre bob. puedo decir que me gustó mucho la parte de ese matrimonio que se ama pero que no puede permanecer junto. la parte de rechard gere es la que me pareció más incomprensible y cuyo significado me resultó más oscuro. en fin. sólo son algunas impresiones mías.
besos.
a quienes les guste mucho WKW, les recomiendo sus dos primeras películas:
- As Tears go By (1988)
- Days of Being Wild (1991) (la primera parte de la trilogía formada por Con ánimo de amar y 2046)
estas dos pelis son geniales. simplemente geniales. son puro WKW. una delicia.
(perdón por hablar de otras pelis acá)
galadriel esta muy zarpada en indiana jones tambien, por cierto
yo la fui a ver con mi hermano, (llegué 5 min porque me perdí en el abasto, qué shopping de mierda), el efecto película fue mi hermano hablando angustiado sobre el paso del tiempo, y yo lagrimeando en la peli.
yo nunca fui fan de bob, algunos datos conozco, en realidad hay varios datos de la peli que están bien, el nenito negro que se escapa de la casa fue así, su conversión al cristianismo es verdad, que nunca usó su verdadero nombre judío es así.
a mi también me gustaría leerme una bio y volver a ver la película, pero yo interpreté que los cambios de nombres y los varios actores representando a bob (un negro, una mujer, un niño, un viejo, etc) es como un todos somos bob dylan, o bob dylan representó a todos, a las minorías, o esta biografía no es menos cierta por tener datos ficticios, etc, bla, bla.
te olvidaste de charlotte gainsbourg, me pareció genial ella. a mi también me pareció descubrir citas cinéfilas, por ejemplo hay un cuadro que es casi igual a uno de Blow up, cuando pasan unas monjas a la izquierda de la pantalla.
el texto esta muy bueno.
Queremos la aparición del censurado Le Blanch... es el crack que le falta al blog.
La película toda es una apropiación de imágenes ajenas. Haynes hace eso como nadie: filmar fotogramas ajenos (cuánto más icónicos, cuanto más posters de dormitorio adolescente, mejor) e incorporarlos a la construcción de un personaje. Creo que no hay una imagen de la película que no tenga su original en otra parte (la parte de Blanchett, por ejemplo, está entera en la película de Pennabecker (si dejamos de lado las partes de las películas de los Beatles)). Sí, SyP: voy corriendo a buscar una biografía.
La parte de Billy the Kid está, entre otras cosas, por ser un destino posible de Dylan después de su explosión mediática: cambiar una vez más de nombre y ocultarse en un pueblito perdido del Oeste, sin volver a tocar un instrumento ('Nunca crees nada', dice el Rimbaud de la película. Esa es la gran tentación de Bob.)
Me voy al cine.
PD: Estamos trabajando en LeBlanch. Lo sacamos para protegerlo.
Esto parece como cuando Rexach protegía a Saviola y Rijkjärd a Messi... El Chavo Aguirre al Kun Agüero o Menotti a Maradona... podría seguir poniendo ejemplos, pero no vale la pena. A los cracks hay que dejarlos jugar, dejemos de lado la protección, nacieron para la acción. El profesor Le Blanch ya demostró en España que es un fuera de serie, dejemos que el francés dé clases de argentino. Un saludo, Palíos.
ustedes están en un medio de comunicación!!!!! que ignonimia
claro, quien los oye, cualquiera ehh, Julietiña, quién no sabe de las películas del oriental, no es novedad nena, podés dejar de ser tan pelutoduda ese tonito aniñado no te queda nada bien y pará con los besitos
CORRIGO : IGNOMINIA Y PELOTUDA
Hola, yo soy Oscar, el de La Otra, amigo de Julieta. Bueno, ya que vamos a hablar de I'm not there y que a Matías le gustó, y que Ariel va a verla y que La otra es vuestro programa de cabecera, por qué no matamos varios pájaros de un tiro y vienen el domingo a comentar la pelicula a la radio?
Agrego un par de cosas a las ya comentadas aquí: sí hay muchísimas referencias a otros films; el episodio de Blanchet toma también cosas de NO DIRECTION HOME, con esa secuencia de la conferencia de prensa editada con flashazos; y también hay en ese mismo episodio mucho de 8 y 1/2 de Fellini; el de Richard Gere hace alusión a una películas de Sam Peckimpah llamada PAT GARRET Y BILLY THE KID, en la cual Dylan hacía un papel secundario llamado "Alias" que también era una referencia al carácter enigmático que siempre tuvo Dylan; para PAT GARRET... Dylan compuso especialmente la canción KNOCKING ON HEAVEN'S DOOR; creo que el personaje del negrito no hace referencia a un episodio real de su vida, sino a un mito que Dylan inventó al llegar a NY a los 20 años: entonces decía que había vagabundeado por toda la América profunda, que se había escapado de su casa desde chico, pero parece que no fue así, Dylan era tan mentiroso como el personaje del negrito Woody Guthrie.
En fin, hay mucho más, pero no se trata tanto de una biografía fiel de Dylan, como de un juego de las diversas máscaras que él ha asumido en su larga carrera; y el público nunca ha terminado de saber donde está verdaderamente Bob (así como dice el título de la película).
Y veo que ustedes tienen a un cometador anónimo insolente y cobarde, no se preocupen, en mi blog abundan los comentarios de este tipo de insectos
Corregí la palabra "corrigo", pedazo de imbécil...
Hola Oscar, muchas gracias, es todo un honor recibir tu invitación, estaremos en La Tribu este domingo entonces, en el mejor programa de la radiofonía argentina (ojo, lo dije antes que nos invitaran).
Abrazo grande
Oscar gracias por la invitación.
Voy a tratar de ir a ver la peli para no quedarme afuera.
:D
Ahí estaré.
Me voy al cine una vez más.
Yo soy CUERVO el director , yo soy amigo de Julieta (sin voz propia) yo soy, yo, yo y yo
todos con su ego, pero tan pequeño y mediocre.
Pero anónimo, es verdad que yo soy Oscar, el de La Otra y que soy amigo de Julieta. A vos parece que eso te da mucha envidia, porque decidiste no tener nombre, ni podés nombrar a tus amigos ni decir qué hacés de tu vida. Sos nadie por derecho propio.
y quien es julieta , que nnca contesta...cuando uno tiene talento no hacen falta el YO soy, YO realize, YO soy amigo de julieta¿? sos chiquito Cuervo y envidia no, estás equivocado; envidia te repito jajaj no de verdad
Y sí, anónimo (pero me parece que sos anónima, jugaría una apuesta), yo soy chiquito, soy amigo de esa chica a la que tanto odiás, no tengo talento, tengo nombre (oscar), el apellido parece que ya lo conocés, hago una revista, un programa de radio, quevachaché, siento que te moleste, no puedo hacer nada para remediarlo. Jodete.
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