Por qué Batman es kantiano
Como señala Fede (i.e., Matías Pailos) en un post anterior, “la parte de Batman en la que todo se va a la mierda” es la instanciación de un experimento mental clásico de ética o moral (aquí utilizo los términos como sinónimos). A diferencia de Fede, no creo que la película se vaya a la mierda acá. Creo que la inclusión de este experimento mental en la película es una joya cinematográfica, al menos desde el punto de vista filosófico-didáctico.
Voy a reconstruir el experimento más o menos como lo hace Federico:
Hay dos barcos (más precisamente ferrys) A y B cargados de gente. El barco A está lleno de reos de la prisión de ciudad gótica. Los peores elementos de la sociedad. En el barco B viajan ciudadanos comunes. Ambos barcos están custodiados por la policía o el ejército. Cada barco tiene una bomba. Si alguien intenta bajar, el Guasón hace estallar todo. Si alguien intenta rescatarlos, el Guasón hace estallar todo. A su vez, cada barco tiene un detonador de la bomba del otro (el barco A tiene el detonador de la bomba de B y viceversa). La única forma de salvarse, según el Guasón, es haciendo detonar al otro barco. Tienen 20 minutos para decidir qué hacer. Si nadie acciona el detonador, ambos vuelan por los aires.
Ahora veamos la interpretación de Federico del experimento:
“No hay mucho que pensar. Lo racional es uno y lo mismo: hacer del otro barco una miríada de puntos indiscernibles. Salvar el pellejo a toda costa. No hay modo de rescatar al otro –aunque el otro puede salvarse a sí mismo: haciéndote cagar fuego. Pasan los 20. Nadie nada nunca. El destino del alma de Ciudad Gótica, dice el guión, se acaba de jugar. Y el Guasón –El Mal- perdió”.
La interpretación de Fede, también es una joya. Resume en unas pocas líneas la posición de que hacer volar al otro es la opción más racional. Y aquí racional es sinónimo de utilizar los medios más eficientes para conseguir un fin determinado. Esta interpretación supone que la vida (y en especial la propia vida) es aquello que más valor tiene para las personas, y por lo tanto, lo más racional (y predecible) es que la intenten salvar. Sin mucho esfuerzo, puede convertirse esta interpretación en una justificación ética. Para eso es necesario enfocarse en las consecuencias: el resultado ético justificado será el resultado más racional concebible de acuerdo a las circunstancias planteadas por el experimento mental. ¿Y cuál es el resultado más racional? El más racional es el mejor resultado. ¿Pero como sabemos cuál es el mejor resultado? Según la interpretación de Federico, el mejor resultado es (1) el que me salva la vida o en una interpretación éticamente más sofisticada, (2) el que salva más vidas o (3) el que salva las vidas más valiosas. Una diferencia importante entre la primera opción y las dos siguientes es que las últimas adoptan un criterio objetivo (no depende en que barco viaje yo para saber cuál es el mejor resultado moral), lo que las hace más atractivas y sofisticadas como justificaciones éticas.
Sobre la gente que va en los barcos A y B. El hecho de qué en un barco viajen los peores reos de ciudad gótica y en el otro los ciudadanos comunes, no es esencial para el dilema moral pero le agrega un elemento de mayor tensión. Desde el punto de vista de los ciudadanos comunes del barco B, la teoría psicológica de sentido común nos dice que en el barco A viajan violadores, ladrones y asesinos y que estas personas no son muy confiables Esto es más o menos un hecho según el sentido común. El hecho de que los pasajeros del barco A hayan roto al menos una vez el pacto social, no les da mucha credibilidad moral. A partir de esto, la teoría predice que si los ciudadanos no se apuran a hacer volar por los aires el barco A, seguro que ellos lo hacen primero. Así que, por ese lado, los “buenos” ciudadanos tienen “buenas” razones para hacer detonar lo antes posible al barco de los malandras.
Por qué Batman es kantiano. Kant piensa que salvar la propia vida no es el mayor valor ético. Por lo tanto, no se justifica hacer cualquier cosa para salvar la propia vida. Podemos, sí defendernos de un ataque. Pero salvar nuestra vida no es justificación suficiente para matar gente inocente. En sí misma, esta es una idea importante, pero no puede decirse que sea demasiado original. No obstante, Kant tiene una intuición más interesante. ¿Qué pasa cuando no estoy seguro de cuáles van a ser las consecuencias de mis acciones? ¿O cuando mis acciones pueden tener varias consecuencias y no tengo el suficiente grado de certeza de que vaya a ocurrir lo que espero? En estos casos, las consecuencias “más éticas” (sean las que fueren, incluso aceptando que las más éticas son las más racionales tal como fue definido aquí) son solo probables. ¿Qué pasa si nos equivocamos? Incluso uno aceptara la posición de Pailos de que el medio más eficiente para salvar nuestras vidas sea hacer volar al otro barco, antes de que el primer barco nos vuele a nosotros, ¿cómo podemos estar seguros de que haciendo eso lograremos salvarnos? ¿Acaso podemos confiar que el Guasón nos dejará vivir una vez que hayamos volado el otro barco? ¿Y qué pasa si el detonador del Guasón no funciona y nosotros nunca estuvimos en peligro, salvo por los detonadores que teníamos en nuestro poder en los barcos A y B? Como éstos, se pueden elucubrar muchos otros casos. La película, ilustra esta intuición de Kant. Cuando no tenemos certeza de cuáles serán las consecuencias de nuestras acciones, debemos actuar correctamente. Y agrega Kant, esperar lo mejor. El negro grandote que tiene la cara tatuada hace lo correcto. Agarra el detonador, lo tira al agua y se sienta a esperar lo mejor. Que de alguna manera, todo salga bien, que Batman nos salve, que el Guasón se coma un pancho y se muera atragantado antes de que nos haga volar por los aires, o lo que sea. La película de Batman, toma la opción kantiana. Hay acciones que son éticamente incorrectas más allá de cuáles son los resultados. No me interesa en este punto discutir si la vida es o no es el mayor valor ético. Lo que sí me interesa es la intuición kantiana anticonsecuencialista. La que dice que nunca sabemos con certeza cuál va a ser el resultado de nuestras acciones en su totalidad. Por ende el límite del cálculo estratégico racional tiene que estar puesto por la ética o la moral y no viceversa. El cálculo estratégico racional puede ser un cálculo de probabilidades.¿Pero qué porcentaje de probabilidades justifica matar inocentes para salvarnos? ¿Más del 10%, el 50% o el 90%? ¿Y por qué ese porcentaje y no otro? De poco nos sirve para tomar la decisión final, saber el porcentaje de éxito de nuestra acción. Siempre tendremos que tomar una decisión que no esté basada en probabilidades.
Final abierto. Hay una frase, que no es de Kant, pero que ilustra el radical anticonsecuencialismo kantiano como ninguna otra: “fiat iustitia, pereat mundus” (hágase justicia, aunque perezca el mundo). Kant la traduce como “que reine la justicia, aunque perezcan por ello todos los bribones del mundo”. Podríamos generalizarla un poco más y decir “hágase lo correcto, aunque perezca el mundo”. Siento alguna simpatía por esta frase, aunque puede ser utilizada para justificar las más grandes atrocidades. Porque puede que alguien piense como Adolf Eichmann, que todo lo que dice el Fuhrer es lo correcto, entonces, terminamos con un Auschwitz o un Treblinka.
Nacho
Voy a reconstruir el experimento más o menos como lo hace Federico:
Hay dos barcos (más precisamente ferrys) A y B cargados de gente. El barco A está lleno de reos de la prisión de ciudad gótica. Los peores elementos de la sociedad. En el barco B viajan ciudadanos comunes. Ambos barcos están custodiados por la policía o el ejército. Cada barco tiene una bomba. Si alguien intenta bajar, el Guasón hace estallar todo. Si alguien intenta rescatarlos, el Guasón hace estallar todo. A su vez, cada barco tiene un detonador de la bomba del otro (el barco A tiene el detonador de la bomba de B y viceversa). La única forma de salvarse, según el Guasón, es haciendo detonar al otro barco. Tienen 20 minutos para decidir qué hacer. Si nadie acciona el detonador, ambos vuelan por los aires.
Ahora veamos la interpretación de Federico del experimento:
“No hay mucho que pensar. Lo racional es uno y lo mismo: hacer del otro barco una miríada de puntos indiscernibles. Salvar el pellejo a toda costa. No hay modo de rescatar al otro –aunque el otro puede salvarse a sí mismo: haciéndote cagar fuego. Pasan los 20. Nadie nada nunca. El destino del alma de Ciudad Gótica, dice el guión, se acaba de jugar. Y el Guasón –El Mal- perdió”.
La interpretación de Fede, también es una joya. Resume en unas pocas líneas la posición de que hacer volar al otro es la opción más racional. Y aquí racional es sinónimo de utilizar los medios más eficientes para conseguir un fin determinado. Esta interpretación supone que la vida (y en especial la propia vida) es aquello que más valor tiene para las personas, y por lo tanto, lo más racional (y predecible) es que la intenten salvar. Sin mucho esfuerzo, puede convertirse esta interpretación en una justificación ética. Para eso es necesario enfocarse en las consecuencias: el resultado ético justificado será el resultado más racional concebible de acuerdo a las circunstancias planteadas por el experimento mental. ¿Y cuál es el resultado más racional? El más racional es el mejor resultado. ¿Pero como sabemos cuál es el mejor resultado? Según la interpretación de Federico, el mejor resultado es (1) el que me salva la vida o en una interpretación éticamente más sofisticada, (2) el que salva más vidas o (3) el que salva las vidas más valiosas. Una diferencia importante entre la primera opción y las dos siguientes es que las últimas adoptan un criterio objetivo (no depende en que barco viaje yo para saber cuál es el mejor resultado moral), lo que las hace más atractivas y sofisticadas como justificaciones éticas.
Sobre la gente que va en los barcos A y B. El hecho de qué en un barco viajen los peores reos de ciudad gótica y en el otro los ciudadanos comunes, no es esencial para el dilema moral pero le agrega un elemento de mayor tensión. Desde el punto de vista de los ciudadanos comunes del barco B, la teoría psicológica de sentido común nos dice que en el barco A viajan violadores, ladrones y asesinos y que estas personas no son muy confiables Esto es más o menos un hecho según el sentido común. El hecho de que los pasajeros del barco A hayan roto al menos una vez el pacto social, no les da mucha credibilidad moral. A partir de esto, la teoría predice que si los ciudadanos no se apuran a hacer volar por los aires el barco A, seguro que ellos lo hacen primero. Así que, por ese lado, los “buenos” ciudadanos tienen “buenas” razones para hacer detonar lo antes posible al barco de los malandras.
Por qué Batman es kantiano. Kant piensa que salvar la propia vida no es el mayor valor ético. Por lo tanto, no se justifica hacer cualquier cosa para salvar la propia vida. Podemos, sí defendernos de un ataque. Pero salvar nuestra vida no es justificación suficiente para matar gente inocente. En sí misma, esta es una idea importante, pero no puede decirse que sea demasiado original. No obstante, Kant tiene una intuición más interesante. ¿Qué pasa cuando no estoy seguro de cuáles van a ser las consecuencias de mis acciones? ¿O cuando mis acciones pueden tener varias consecuencias y no tengo el suficiente grado de certeza de que vaya a ocurrir lo que espero? En estos casos, las consecuencias “más éticas” (sean las que fueren, incluso aceptando que las más éticas son las más racionales tal como fue definido aquí) son solo probables. ¿Qué pasa si nos equivocamos? Incluso uno aceptara la posición de Pailos de que el medio más eficiente para salvar nuestras vidas sea hacer volar al otro barco, antes de que el primer barco nos vuele a nosotros, ¿cómo podemos estar seguros de que haciendo eso lograremos salvarnos? ¿Acaso podemos confiar que el Guasón nos dejará vivir una vez que hayamos volado el otro barco? ¿Y qué pasa si el detonador del Guasón no funciona y nosotros nunca estuvimos en peligro, salvo por los detonadores que teníamos en nuestro poder en los barcos A y B? Como éstos, se pueden elucubrar muchos otros casos. La película, ilustra esta intuición de Kant. Cuando no tenemos certeza de cuáles serán las consecuencias de nuestras acciones, debemos actuar correctamente. Y agrega Kant, esperar lo mejor. El negro grandote que tiene la cara tatuada hace lo correcto. Agarra el detonador, lo tira al agua y se sienta a esperar lo mejor. Que de alguna manera, todo salga bien, que Batman nos salve, que el Guasón se coma un pancho y se muera atragantado antes de que nos haga volar por los aires, o lo que sea. La película de Batman, toma la opción kantiana. Hay acciones que son éticamente incorrectas más allá de cuáles son los resultados. No me interesa en este punto discutir si la vida es o no es el mayor valor ético. Lo que sí me interesa es la intuición kantiana anticonsecuencialista. La que dice que nunca sabemos con certeza cuál va a ser el resultado de nuestras acciones en su totalidad. Por ende el límite del cálculo estratégico racional tiene que estar puesto por la ética o la moral y no viceversa. El cálculo estratégico racional puede ser un cálculo de probabilidades.¿Pero qué porcentaje de probabilidades justifica matar inocentes para salvarnos? ¿Más del 10%, el 50% o el 90%? ¿Y por qué ese porcentaje y no otro? De poco nos sirve para tomar la decisión final, saber el porcentaje de éxito de nuestra acción. Siempre tendremos que tomar una decisión que no esté basada en probabilidades.
Final abierto. Hay una frase, que no es de Kant, pero que ilustra el radical anticonsecuencialismo kantiano como ninguna otra: “fiat iustitia, pereat mundus” (hágase justicia, aunque perezca el mundo). Kant la traduce como “que reine la justicia, aunque perezcan por ello todos los bribones del mundo”. Podríamos generalizarla un poco más y decir “hágase lo correcto, aunque perezca el mundo”. Siento alguna simpatía por esta frase, aunque puede ser utilizada para justificar las más grandes atrocidades. Porque puede que alguien piense como Adolf Eichmann, que todo lo que dice el Fuhrer es lo correcto, entonces, terminamos con un Auschwitz o un Treblinka.
Nacho
Etiquetas: Micronsayos
28 Comentarios:
ok. las mujeres y hombres de los barcos son kantianos. pero no batman. claramente no batman, que más bien es bastante consecuencialista.
por otro lado, para no terminar como vos decís, habría que definir de alguna forma "lo correcto" (y acá se podría introducir el imperativo categórico).
muy bueno.
un beso.
Con "Batman" quise hacer referencia a la película, no al personaje. En realidad, la solución al problema de los ferrys es kantiana. Lo que hacen los tripulantes de los barcos coincide con lo que Kant consideraría que era lo moralmente correcto. Y se puede decir que Fede no es muy kantiano que digamos (aunque no diría tampoco que es consecuencialista, más bien es un buen salvaje, jajaja).
Me alegro que te haya gustado. A mí me puso muy contento esa parte de la película.
es verdad, MP no es muy kantiano que digamos. y yo soy una consecuencialista pero de reglas, como dije alguna vez por acá. parte de mi corazón está con singer. y otra parte con kant, por supuesto.
ahora, por qué kant agrega eso sobre los bribones? tiene algún sentido? porque la frase es mucho más chocante en latín que en la traducción de kant. digamos, es más kantiana en latín. ¿no?
Supongamos que tengo la certeza de que el Guasón va a hacer volar los barcos -aunque la certeza corresponde a una falsa creencia, porque los barcos no estallan- con los términos del pacto. En ese caso, lo racional es apretar el botón. Sospecho que lo que querés exigir para actuar es conocimiento cierto. Pero eso también invalida la opción de no apretar el botón: ninguna sabía que en ese caso los barcos no iban a estallar. Lo único que nos queda es actuar en base a nuestros deseos y a las probabilidades que razonablemente les atribuimos a escenarios posibles. Y creo que todos acordamos que, en ese escenario ficticio, es más probable que los barcos estallen que que no lo hagan. (Por esto es que sentimos tanta tensión ante esa situación: porque lo más probable es que todo estalle. De lo contrario no habría tanta histeria -aunque sí nerviosismo; pero lo que vemos es histeria, no nerviosismo.) Hay que actuar con ese dato en la cabeza (que es mucho más probable que si no actúo, AMBOS barcos estallen). Y es mejor que muera la gente de un barco a que muera la de dos.
MP: tenés toda la razón del mundo. si le hacemos caso a Nacho, perdemos a la gente de los dos barcos. una cagada.
el problema es que "lo correcto" puede ser definido de dos maneras distintas de acuerdo a la teoría kantiana o a la consecuencialista. para la primera, lo correcto es hacer lo que manda el deber. en este caso, "no matarás" o alguna máxima de esas. para la segunda, lo correcto es hacer la acción que tiene las mejores consecuencias: "que muera la gente de un barco a que muera la de dos".
el asunto es ése: o morimos cumpliendo el deber de no matar o nos salvamos siguiendo un razonamiento consecuencialista. aunque tampoco es un "nos salvamos". porque puede ser que "lo mejor" no siempre concuerde con "lo mejor para mí". por ejemplo, en otro escenario, podría decirse que los presos tendrían que hacer explotar su propio barco porque comprenderían que es mejor que se salven los ciudadanos comunes a que se salve un grupo de presos.
podría comentar oscar y decirnos qué diría kierkegaard... no estaría mal...
Groso blog.
Ambos barcos deben explotar, al mismo tiempo, y que los restos parciales recuperados de reos y ciudadanos sean enterrados juntos en una fosa comun que recuerde tal proclama.
No es una dialectica etica transversal, del momento en cuestion, sino longitudinal, a largo plazo, que sienta precedentes y crea memoria.
Es un mensaje para el resto de los ciudadanos del mundo, ninguna vida "vale" más que otra, un mensaje para los delincuentes que solo reaccionan ante hipocrecia de la sociedad "ninguna vida vale más que otra, oh si como no, propiedad privada, carceles, asimetria social sisi claro todos valemos igual" y desean ponerla en evidencia.
Algo similar a lo ocurrido en la argentina durante la ultima dictadura militar.
Basta ya las pelotas; tanto el neoliberalismo impuesto que deja actualmente millones de victimas más que los 30.000 abducidos como la paralisis reaccionaria, la culpa de los sobrevivientes que tenian ganas pero se quedaron en el molde y demas items del ducttapismo de alma configuran ,longitudinalmente, más que un Nunca más un Basta Ya.
¿y si simplemente el Guasón sufriera de ataques de spleen?
¿y Batman fuese obsesivo compulsivo?
y no hablen más de Kant por diosito santo
"o morimos cumpliendo el deber de no matar o nos salvamos siguiendo un razonamiento consecuencialista. aunque tampoco es un "nos salvamos"."
Julieta, esto supone que siempre podemos saber con certeza cuales serán las consecuencias de nuestros actos.
Isil: Gracias.
Fede y E: Coincido con la observación Eamonn a Julieta.
En cuanto al razonamiento de Fede creo que un kantiano puede aceptar las dos premisas del consecuencialista:
1. Es mucho más probable que si no actúo, AMBOS barcos estallen (el Guasón amenaza con hacer explotar a los barcos).
2. Es mejor que muera la gente de un barco a que muera la de dos.
Pero el kantiano se compromete con la siguiente premisa:
3. Salvar mi vida no justifica matar gente inocente.
Creo que no hay que ser kantiano para aceptar la premisa 3. Se puede justificar apelando a la teoría que quiera pero me parece un caso paradigmático de acción moralmente correcta. Si todas las personas de los barcos A y B aceptan la premisa 3, no tienen razones morales para hacer explotar el otro barco. Porque la premisa 3 triunfa sobre 2.
El truco del consecuencialista está en presentar el argumento desde el punto de vista impersonal (el punto de vista de la "racionalidad pura"). Soy un evaluador que flota en el aire y tengo los dos detonadores. Puedo elegir entre volar un barco o el otro. Pero si no vuelo alguno mueren los dos (a mí, el evaludaor flotante no me pasa nada, no tengo ninguna consecuencia). Pero eso no es lo que les pasa a las personas. Nosotros somos seres situados en nuestros cuerpos. Y lo que dice el el Guasón es "elegí: matás o morís". Mi intuición es que en este caso, matar no es lo correcto.
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Sobre el último párrafo del último comentario de Nacho: en ese caso, si no matás, morís. ¿Cómo no va a estar permitido matar? Es algo suficientemente cercano al derecho de legítima defensa como para que no cause ningún escándalo.
OK, volví a leer tu post y creo que desacordamos sobre esto:
"El negro grandote que tiene la cara tatuada hace lo correcto. Agarra el detonador, lo tira al agua y se sienta a esperar lo mejor. Que de alguna manera, todo salga bien, que Batman nos salve, que el Guasón se coma un pancho y se muera atragantado antes de que nos haga volar por los aires, o lo que sea".
Para mí, el negro grandote tira el detonador al agua y se sienta a esperar la muerte (la suya y la de sus compañeros).
"La película ilustra esta intuición de Kant. Cuando no tenemos certeza de cuáles serán las consecuencias de nuestras acciones, debemos actuar correctamente".
Para mí, la película (la parte de los barcos, al menos) ilustra más bien la idea de que aún teniendo certeza acerca de cuáles serán las consecuencias de nuestras acciones, debemos actuar correctamente. "Hágase justicia, aunque perezca el mundo". "No mato a nadie, aunque nos muramos todos".
Hay más para decir, pero la seguimos en un YSC.
Un beso.
MP y Juliteta: tus posiciones dan por sentado que el guasón es un interlocutor confiable. ¿Cómo pueden estar seguro de que si hacen lo que él dice no van a morir?
Todo el punto, Eamonn, es que no es imprescindible ni conveniente en toda circunstancia actuar sobre la base de aquello sobre lo que se tiene certeza, porque (1) las certezas pueden resultar falsas, y (2) muchas veces no tenemos certeza de que ninguno de los escenarios futuros va a tener lugar.
De todas formas, aun asumiendo que tenés razón, puede pensarse en otro caso igual al anterior, en el que quien cumple la función del Guasón SÍ es confiable. En ese nuevo escenario, ¿qué es racional hacer?
Apretar el botón, bien sur.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eamonn: yo no estoy diciendo que haría estallar al otro barco para salvarme. Eso sería guiarme por motivos egoístas y yo no creo que los motivos egoístas deban guiar las acciones.
En cuanto a la posición ética en general, acuerdo bastante con Nacho.
En cuanto al experimento en particular, me parece que es más interesante si pensamos que el Guasón sí es un interlocutor confiable.
Un beso.
MP: a ver si entiendo bien… Todo indica que estás en manos de un psicópata. No tenés la menor idea que va a pasar cuando apretás el botón, puede que estalle su barco, el otro, ambos a la vez. Es también posible que apretás el botón, matás centenares de personas en el otro barco y después el guasón decide matarte igual porque le da la gana.
Pero te parece que lo correcto/más conveniente, whatever, es apretar el botón
Es asi?
Sigo concordando con Eamonn.
MP sobre el derecho de legítima defensa: La tesis es si no matás a un inocente te morís vos. Eso está a años lúz de la legitima defensa.
Algunas personas tienen mala suerte moral (están en situaciones que tienen que elegir cosas horribles y se pone en juego su vida), otras no. No leí nada sobre defensa propia, pero sería legítimo matar al Guasón si el tipo te está amenazando pero no a cualquiera. Si matás a un inocente para salvarte el culo sos un mal tipo y un cagón. QED
J: El negro puede esperar la muerte o puede esperar que todo salga bien, es irrelevante (Kant dice que podemos esperar que todo salga bien, pero imagino que no es necesario). En todo caso, espere lo que espere, el punto es que no está seguro de qué va a pasar. Y ese es el punto del ejemplo (nosotros sí sabemos porque vimos la película).
MP y J sobre la certeza: Hay que recordar que Kant se para desde la primera persona y nunca tenemos certeza que un escenario futuro se va a dar. Tenemos conjeturas. Esas conjeturas se pueden actualizar en la realidad o no.
Sobre la 1era y la 3era persona: Los ejemplos consecuencialistas siempre asumen que se sabe lo que va a ocurrir y hay que elegir entre dos escenarios ciertos. Esto es tercere persona. Kant se para desde el punto de vista del sujeto y dice: "tengo que tomar una decisión, no puedo estar seguro de que va a pasar porque eso depende de muchos factores fuera de mi control, ¿qué hago? Mi conciencia me dice que lo correcto es hacer X, pero parece que lo mejor es hacer Y para que suceda Z, no obstante, no estoy seguro de que haciendo Y logre Z".
Puede que Kant esté muy equivocado. Puede que hacer X no sea lo correcto. Pero la intuición kantiana que quiero rescatar es que existe una diferencia entre hacer lo correcto y hacer lo mejor desde el punto de vista de la utilidad. No son coextensionales como lo pretendería el consecuencialista. Puede que compartan casos en común. Pero me parece interesante mantener la diferencia. Hace más rica a la ética/moral.
coincido con Isil: este blog es re grosso.
no vi la peli, tal vez por eso pregunto: no vale apostar a esperar que el paspado de batman llegue y resuelva? no es eso en definitiva lo mejor y lo correcto?
besos
E y N: parecen reacios a afirmar que, si las circunstancias son propicias, lo racional (lo que maximiza tu utilidad esperada) es apretar el botón. Insisto con mi ejemplo de un Guasón (modificado) que no es un psicópata, pero que tiene intereses efectivos para plantear la apuesta. Dato adicional: nosotros, que estamos en alguno de los barcos (no importa cuál), sabemos esto. O sea: si no apretamos el botón, o morimos nosotros o morimos todos (si ellos no apretan el boton, a su vez). Es decir -es curioso-: lo racional en este caso es que ALGUIEN aprete algún botón. Y eso aunque uno no tenga ningún aprecio por su vida más que por la vida de al lado (rarísimo, a menos que se trate de un familiar, pareja o -esto es más raro aún- amigo).
Pero como uno tiene un aprecio ligeramente mayor por la vida propia que por la de un desconocido: te apreto el botón.
E: el Guasón es un psicótico, es cierto. Pero también es un nene caprichoso. Si le dan excusas para hacer todo el mal que pueda, lo va a hacer. No hacer lo que quiere (que nadie aprete el botón) hace altísimamente probable que ambos barcos estallen. Apretar el botón, al menos, te da una posibilidad. (Creo que conviene eliminar el 'factor Batman' de la ecuasión. De todas formas, si yo estuviera en uno de los barcos, otorgaría bajísima probabilidad a que Batman pueda salvarnos. Me abría equivocado, claro -pero también hubiera dicho que el que opinara de modo diferente forma su creencia sin bases razonables.)
N: no te hablo desde ningún lugar, el procedimiento es exactamente el contrario: te ponés en el lugar de algún pasajero con muchísimo tiempo para pensar qué hacer, y ver a qué conclusiones llegar. (El barco es un lugar, brotha.)
(sí: 'abría' debió haber ido con una bonita 'h' delante.)
Bruja: Gracias. Creo que tenés razón.
MP: Nadie discute que lo más racional es que vuele un barco y no los dos. Uno podría decir, es *probablemente* lo más eficiente. Pero la situación es tal que realizar lo más eficiente implicaría realizar una acción moralmente incorrecta: matar inocentes.
La trampa del consecuencialismo es decir que sólo lo racional puede ser moralmente correcto, tomando racional en este sentido tan estrecho.
N: puede ser. El problema de la corrección moral no-consecuencialista es que, a la hora de tomar decisiones, en general, terminan todos volando por los aires.
MP: Coincido con vos. Igual lo que me preocupa de los razonamientos consecuencialistas no son los casos del barco y otros casos extremos de un loco suelto, sino su extrapolación a, por ejemplo, justificar la prostitución infantil en países pobres(si se lo prohíben, las familias tailandesas van a estar peor porque viven de eso), la venta de riñones en Bolivia, etc.
Eh! Pero quienes justifican eso no son de cuidad por consecuencialistas, sino por turros. Un no consecuencialista podría justificar esos mismos estados de cosas en defensa de principios intangibles -por ejemplo, la libertad de los individuos a hacer con su propio cuerpo lo que les venga en real gana.
El consecuencialista que te provaca urticaria simplemente hizo mal las cuentas, porque seguramente lo que le conviene a Tailandia y a Bolivia es que el primer mundo se indigne con estas situaciones, para que se interesen en Tailandia/Bolivia y busquen favorecer económicamente a estas naciones. Digo...
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