El Mate Tuerto

"Se fingirá el saber que no se tiene."

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Nombre: El Mate Tuerto
Ubicación: Argentina

19 noviembre, 2009

Historia de un trapo

Bueno, basta, desde que me contaron esta historia no puedo parar de recordarla cada vez que me cruzo por la calle, en el colectivo, en un banco, en los negocios del barrio, alguien con esa remera. Veo la prenda y ¡zas! se me viene la historia a la cabeza, así que voy a tener que ponerla por escrito para sacármela de encima, para pasar el testimonio. De la historia conozco los hechos, pero no los nombres. El que conoce los nombres no puede revelar los hechos, a riesgo de traicionar o traicionarse. Los protagonistas son un taxista boliviano, un diseñador de Palermo, una joven estrella de televisión y un montón de boludos –nosotros– también conocidos como los consumidores. Al taxista vamos a ponerle René, porque tengo un compañero de trabajo que se llama así, aunque sea el único boliviano del mundo con ese nombre, a mí me suena verosímil. Al diseñador lo bautizaremos Ramiro, nombre cheto-chic sofisticado. Al actor le llamamos Felipe, sin motivos, porque se me canta. René es el inmigrante tipo: la yuga en un taxi alquilado 12horas por día y sueña con el golpe de suerte que le abra las puertas de un futuro mejor pero en sus escasos ratos libres no puede hacer otra cosa más que tirarse zombi a ver la tele. Ramiro estudió Diseño de Indumentaria en la UADE y con un dinero que le adelantó papá abrió su propio local de de ropa en Palermo SOHO. Unos contactos del colegio bilingüe le consiguieron un canje para vestir a una estrella en ascenso en una telecomedia del prime time. Y entonces… por un instante catódico las trayectorias de René, Felipe y Ramiro brillan en el fulgor ciego del destino. En una escena de transición de exteriores mal iluminados el inmigrante ve aparecer a la estrella con la remera del diseñador: es un modelo simple: corte holgado, cuello en V y, sobre todo, esa letra y ese signo, que nadie había puesto juntos antes y que tan bien quedan uno al lado del otro: una oda minimalista al optimismo, a la simpleza, a la finura, al cancherismo. René tiene una iluminación. Presa de su propio satori deja el taxi en el garage y corre al Once con sus escasos ahorros para comprar tela y mandar a estampar y coser. Una semana después se aparece por la feria de La Salada con su modesta producción y para su sorpresa agota la primera tanda en menos de una hora; los clientes todavía pelean por llevarse las últimas prendas cuando René ya corre con el dinero facturado para mandar a hacer más y más y más remeras. Conclusión: de La Salada al mundo, la remera inundó las calles, fue el furor de una temporada, cubriendo el pecho de todos los estratos sociales, la moda instantánea la convirtió en la perfecta encarnación de la democracia hecha trapo. René hoy tiene su propio taller, varios puestos en La Salada y mudó el taxi por una 4 x 4. Ramiro todavía trata de dilucidar que v/b le toca en esta historia: si la de victima o la de boludo, mientras sigue juntando el dinero para pagar el cada vez más oneroso alquiler del local y cancelarle el préstamo a su padre. Hace ya rato que tuvo que sacar su más excelsa creación de la vidriera de su local. Exactamente el día que su novia Merceditas le dijo: “Rami, ¿Qué haces vos vendiendo esa mersada de remera?

Ariel Idez

6 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Es el simbolo perfecto del exito a traves del plagio.
Me inquieta ¿como Rene muto en Elias?

Salu2

JP

19/11/09 12:00  
Anonymous Ariel Idez dijo...

Gracias por el comentario y la corrección, JP, la verdad es que tengo muchos amigos bolivianos.
Saludos

19/11/09 12:31  
Anonymous Matías Pailos dijo...

¿Pasar el testimonio? ¿Como la maldición del mingitorio público?
Todos los diseños son del viento. Warhol es boliviano. Y Rama es el Anti-Laiseca: por favor, ¡no me plagien!

19/11/09 15:23  
Anonymous A i dijo...

Gracias Matías, best comment ever. Viva el Warhol del altiplano y La Factory de la salt pool.

19/11/09 22:00  
Blogger Hipotermia dijo...

Ah, me quedé pensando en la estrella en ascenso.
Bella parábola.
Saludos!

20/11/09 15:38  
Anonymous A i dijo...

Cierto, Hipo, el rol de la estrella es más como de médium entre los otros dos, pero también me pregunto qué pensaría si supiera de su participación en esta historia (¿Le dirá a los amigos yo impuse la moda de la remera aquella?)
Gracias por pasar, Saludos

21/11/09 21:34  

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