Un ardiente beso
Vuelvo de comulgar y estoy en éxtasis.
¿Con qué arrancaron? ¿Con trampa o con una dosis? Con un derroche de energía. Con una contundencia a base de mil notas por segundo. Con rock con teclados. Con cuatro instrumentos que salen por el mismo parlante.
Volvió una noche. No la esperaba. Y cuando me enteré, no esperaba nada nuevo.
Los Peligrosos Gorriones son varios tipos de banda. De
Al décimo año renacieron.
Esa tarde habían sido anunciados dos veces como invitados del programa de Di Natale, con una cancelación en el medio. Después llegó la cancelación definitiva. Sentencia de Di Natale: si quieren durar más que en los noventa van a tener que ser un poco más profesionales.
Mi pronóstico a Pablo, pizza en mano y cerveza de por medio: preparate para el peor recital de tu vida. Dos horas más tarde, a minutos de que se levantara el telón, precisé mi augurio ante Hernán: aparecen doblados, hacen un tema de veinte minutos y terminan con un eructo. Después del primer amague de irrupción en escena, lancé un vaticinio postrero: se pelean a muerte y Bochatón anuncia un show solista con los temas de su último disco.
Después de la primera tanda de tres temas ya no estaba tan dispuesto a insistir en esa línea de predicciones.
¿Qué mierda hacen los Gorriones? ¿Post-punk? ¿Lo-Fi? ¿Hardcore-funk? Pensé: son los Pixies argentinos. Pero el bajo es mil veces más importante en ellos que en la troupe del gordo Francis. Por eso a veces me suenan a los primeros Chili Peppers o al Faith No More de los ochenta.
Son muy difíciles de clasificar. Son muy difíciles de filiar. Me desconciertan.
Diez temas más allá se me habían caído todas las medias, me había meado encima mil veces y no salía del aturdimiento por la concentración, contundencia y teatralidad de la banda. Bochatón estaba a punto caramelo. Arengaba, gesticulaba, gritaba como un escuerzo. Por supuesto: se reía y dejaba bien en claro que nada era en serio. Pero jugó con su condición de frontman como nunca antes.
Y recordé que es uno de los mejores letristas que conozco. Y decirle letrista es amarrocarle mérito. Bochatón es un más. Lírica surrealista, lírica vitalista, historias sentimentales narradas por mujeres desesperadas. “Tu me has mostrado el sol en el rincón que duerme y robé de tu voz; la llevo en mi pecho aquí. Eres mi gran soldado si abrazas hoy el cielo me quedaré a tu lado para llenarte de calor”. “Pajarito de inundación fuerte y limpio se ha robado a sí mismo toda la voz y ata cabos de mí a un lugar”. “Te gusta verme mal. Yo sé que te gusta. Te gusta verme gritar. Yo sé que te gusta”.
Tocaron todo. Los pogueros:
Algunas deudas: Salvaje, Viento Castelar, Jugar con Armas. Poco de lo que quejarme después de haber presenciado el recital del año.
Y me quedo corto.
Matías Pailos
8 Comentarios:
Gracias, amigo, por hacerme lamentar nuevamente, y por duplicado, el no haber podido estar. Ahora voy por el reencuentro del 2019.
(Gran perla comenzar con una cita al poema "crawl" la crónica del grupo cuyo mayor hit se llama "escafandra")
te lo perdiste. De todos modos, la cosa parece que viene para rato. Apostaría que viene una serie de shows, y acaso un disco en el horizonte. Pero mis habilidades de clarividente tienden a cero, llegan al cero y lo pasan.
Intento -infructuosamente- adosar un video al post. No me expliquen cómo es, porque creo que sé cómo es. Pero no consigo hacerlo en esta computadora de mierda -se cuelga cada vez que lo intento.
¡Genios! Estuve ahí, no sé como llegue acá. Por mi parte fue el primer show de ellos que vi ya que no son de los 90, y por los pocos shows en mi haber, fue el mejor de mi vida. Fue solemne y no a la vez, frenético y desquiciado. Faltaron temas de Antiflash, pero fue estupendo una noche tremenda. Larga vida a el Bocha, Coda, Martin y a Rocky. Aparte me gustó, porque sonaron re-bien. Ese show va quedar para siempre en las retinas de mis memorias, de ahora en mas todo lo que vea en vivo me parece ser basofia!
Abrazos!
Guau... sinceramente, te envidio...
Recuerdo haber sido sacudida (estrujada, estremecida en todo mi ser) por ellos, en un recital en un bolichito de Mar del Plata allá por el 96. Inolvidable momento. Celebro la vuelta, y ruego por que tus habilidades de clarividente levanten puntería al menos en este caso.
L.
M: estuvo tremendo. Ahora esperemos que vayan por el disco, no?
L: tambien los vi en los noventa. Y sinceramente: me gustaron mas ahora. Saludos. (Como brujo soy cada vez peor, no hay caso.)
qué vuelvan los brujos!
y los 7 delfines (hoy me saqué un 7 y no puedo parar de asociar)
excelente crónica, da envidia
Felicitaciones por el examen, Hip. Y los noventa están de vuelta, no hay caso.
a ver si junto con el libro me mandan ANTIFLASH de contrabando...
abrazos calurosos
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal