El Mate Tuerto

"Se fingirá el saber que no se tiene."

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Nombre: El Mate Tuerto
Ubicación: Argentina

26 noviembre, 2005

De tripas, corazón

Algunos se empeñan, por deporte, en no entender lo comprensible. Algunos, con espíritu juguetón, creen poder contra argumentar con chicanas de dudoso sentido. Me pregunto: qué tiene que ver el nervio óptico con la elección de un libro fragmentario y breve para meterse en el baño. Qué clase de dicotomía se derrumba cuando no podemos quedarnos sentados en la bacinilla leyendo cinco minutos más porque nuestros intestinos nos marcan, implacables, la hora de cerrar el volumen. O peor aún, cuando a priori, nuestros aparatos digestivos digitan los derroteros que deben seguir nuestras lecturas. Qué clase de dicotomía abolimos si no podemos llevarnos al baño la Crítica de la razón pura sólo porque el retrete reclama una literatura 'light'. Por qué necesitamos cerrar sentidos cada vez que tiramos la cadena. Por qué no fundar, entonces, la poesía clásica como el género propio del retrete (‘¿me cago en el erizo y me limpio con la mano?’).
“Leemos con el cuerpo”, perogrullada feliz que anticipa la desafortunada “cagamos con la mente”. ¿Cagamos con la mente? Si cagamos con la mente la literatura de tocador adquiere dimensiones inaprensibles, escurridizas, casi monstruosas: el Universo deviene escusado, y en ese devenir tu clasificación genérica, por exceso, pierde su razón de ser.
Bolaño recrea en Estrella distante un personaje inolvidable: Petra, el poeta homosexual sin brazos. El narrador se interroga: “¿Cómo daba vuelta las hojas?", y responde: "¡con la lengua, como deberíamos hacerlo todos!”. No existe mejor definición de lo que a mi entender es una verdadera ‘lectura visceral’, esa lectura que consiste en anteponer el texto a cualquier otra instancia. En hacer –si me permite el sentimentalismo de cotillón- de tripas, corazón.

PD) “Un libro de tocador fuera del baño no se halla, y su lectura provoca un ligero extrañamiento”, mejor hubiera sido, amigo Zedi, decir que provoca un ligero estreñimiento.

Cobiñas

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

El nervio óptico no tiene más relación que la que usted misma quería imaginar entre unas vísceras subordinadas al deseo de leer. Por otra parte la literatura de baño no es "light", yo sólo me refería a que consiste en un quiebre, un momento de lectura que se aparta de la corriente principal como un arroyo afluente lo hace del río donde desemboca.
De todos modos, no puedo sino rendirme ante los que, como usted, anteponen la dicha del giro preciso, oportuno e irónico, a la disciplina lógica de los argumentos.
Z.C.

2/12/05 17:05  

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