Paracitas I
Adoro la lluvia y en particular este tipo de lluvia: (vuelvo la cabeza y miro a través de la ventana) monótona, insistente, igual a si misma, eternizándose en su sempiterno caer. Lluvia telón, lluvia cortina, lluvia espacio, lluvia para mirar el lugar que la lluvia crea, lluvia que cae sobre un Bernardo Soares que no es Pessoa y que cae no sobre él, no precisamente sobre él, (yo, dice, él) sino sobre algo que él es en el espacio, algo cuyos contornos la lluvia define en sus innumerables golpes y repiqueteos: una silueta que cobra forma en su calidad de obstáculo entre el cielo origen y el suelo destino: una cosa hecha de y a partir de: lluvia. Un hombre invisible, incluso para sí mismo, que sólo puede intuirse en los ojos azorados de los otros cuando descubren el impacto anticipado de la lluvia en el lugar en el espacio en que él es.
C.Z.
Llueve, llueve, llueve…
Llueve constantemente, gemidoramente
Mi cuerpo me tiembla al alma de frío… no un frío que hay en el espacio, sino un frío que hay en que yo soy el espacio.
Bernardo Soares
C.Z.
Llueve, llueve, llueve…
Llueve constantemente, gemidoramente
Mi cuerpo me tiembla al alma de frío… no un frío que hay en el espacio, sino un frío que hay en que yo soy el espacio.
Bernardo Soares
1 Comentarios:
A mi la lluvia no me inspira
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