El Mate Tuerto

"Se fingirá el saber que no se tiene."

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Nombre: El Mate Tuerto
Ubicación: Argentina

02 septiembre, 2006

Después del porro

¿Por qué no me animo a probar drogas duras? ¿Hay algo además del miedo? Además: del miedo, ¿a qué?
Eso no lo tengo tan claro. Sí sé que la prevención a aquellas es pura y exclusivamente miedo. Con algo de paja, tal vez.
¿Miedo a qué? Miedo a lo mismo que retenía en mí el consumo de porro, miedo a algo suficientemente similar como para ser idéntico a lo que impedía a que me atreviera al alcohol (a edad aún más temprana si cabe). ¿Miedo a qué?
Miedo a la estupidez, obvio. Miedo a la quemazón de neuronas, que uno identificaba, estúpida, abruptamente, con la inteligencia. (Miedo, quizás, al avance de una psicosis ni siquiera entrevista. Miedo a terminar como un Barrett de cotillón sin su obra detrás.) Qué estupidez, qué falta de justificación. Porque, recalco: yo ignoro todo del funcionamiento cerebral, y más aún: de cómo la mente conecta con el cerebro. Así que avanzar hipótesis sobre las potenciales relaciones causales de este órgano y sus consecuencias en aquella (tan mimada) entidad moderna (aclaro para los desprevenidos: la mente) era, por decir poco, desconsideradamente arriesgado. Nada justificaba mis postulados conservadores, así como tampoco las estrafalarias consideraciones libertarias: ‘no hacen nada’.
¡Pero por supuesto que hacen algo! La pregunta es: ¿hacen algo irrevocable? Seguro. La pregunta es: ¿hacen algo que impedirá mi desarrollo intelectual, artístico, profesional futuro? La respuesta va de suyo: si no te zarpás, ni a palos. Entonces…
¿Por qué me niego al éxtasis, al ácido, a los hongos? (Con la merca tengo más prevenciones. Algunas explícitamente sexuales, todas igualmente carentes de razones que las apañen.)
Por cagón.
No importa el saber por qué. Sé por qué. Importa lo que haga. Importa lo que deje de hacer.

Aunque, déjenme mostrar todas las cartas: tampoco me muero por probar. Entonces, ¿qué? Que hay algo cercano a la culpa, cercano a lo que sentía cuando niño ante los adultos. Algo de culpa: ‘tenés’ que probar (si no, sos un boludo. Algo más afín al imperativo hipotético que al categórico, pero igualmente imperativo, si cabe). ‘Tenés’ que probar: si no, me hacés quedar como un zarpado, como un drogón: me hacés quedar solo.
Pero todo eso, todo eso, y aclaro: todo eso, está en mi mente. Nadie me reclama, nadie me acusa de nada. (Aunque el otro día L., niña portadora de tantos estupefacientes que la hacen una farmacia ambulante, acusome de ser un compañero ‘pasteurizado’. Fue un mimo. Fue una reprimenda.)

No hay final. Quizás porque sea demasiado trasparente, quizás porque mi estilo no sea algo diferente a mí. No hay final. Dejen, antes, que haya uno en la realidad: eso que parece ser ajeno a la cibernética. Eso que no existe.

Matías Pailos

19 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

y que te hizo desarrollar el justificativo?
Desde el vamos, pensar el por qué de un no hacer que se supone dañino es un tanto… turbio, pero en fin, lo comprendo, si reemplazás "drogas" con "orgía" la mass media siente alguna empatía.
Aunque la gente que actúa por mandatos sociales me desagrada.
Uno hace, no hace, rehace, porque tiene ganas, porque quiere, lo demás, fashion tv.

2/9/06 23:59  
Anonymous Anónimo dijo...

ufff.. porque tantas cosas todas todas juntas en un post??
Sin ser Fleco y Male le digo que no se si se queman las neuronas pero que felices no van a estar (eso seguro) porque no pueden hacer bien sinapsis (conectarse)
y eso sí lo puede asociar a la inteligencia, o mejor dicho con la capacidad de usarla (si se posee, claro)
Pero ud. habla de otra cosa, quizás la resistencia es a no perder el control, y en todo caso, controlar cuando descontrolar, o sea decidirlo bien conciente.
Que se yo, más miedo me da toda esa merca psiquiátrica recetada para el orto que está taan de moda ..
Y por otro lado pagaría por ver a mi madre fumando un porro que lo bien que le haría para poder comer mejor!!!

ay.. las drogas, las drogas...me voy a tomar un vinito..

saludos.

3/9/06 00:51  
Anonymous Anónimo dijo...

punto uno: con las orgías no tengo problemas. Bueno, sí, pero de signo contrario. Si podemos decir que yo rehuyo las drogas duras, también podríamos afirmar que las orgías rehuyen de mí.
punto dos: supongo que lo que está detrás de mi rehuir no es más que miedo y prejuicios. Dos segundos de racionalidad puestos en el tema harían que esté un poco más abierto a la posibilidad de consumir, qué tanto.
punto tres: por ahora mis drogas favoritas son el vinito y el porro. Pero la dureza de ambas deja bastante que desear...

3/9/06 13:33  
Anonymous Anónimo dijo...

Creo que lo mejor es dejarse ir. el problema no es la droga, el problema es el (estúpido) abuso. Una pepa no te mata ni te lima, 3 a la semana probablemente sí. Por otro lado estás el tema de la justificación, no le dés un sentido y punto, las drogas pudeden ser severamente peligrosas cuando tienen un por qué. Las drogas al igual que las rosas son sin por qué. A mí me gusta fumar faso pero lo único que trato de hacer es no fumatear cuando mi estado anímico no es el mejor porque sé que eso puede ser dañino: Me siento mal + faso = sentirse bien. Esta ecuación trae como resultado que cada vez que me encuentre anímicamente mal sepa que el porro me saca del pozo.... MAL! no debo. en cambio si me encuentro bien conmigo mismo le doy tranquilo, sé que es un condimento, un algo que hago porque sí. Yo también tenía mis pruritos con la merca y decía que no debía probarla pero un día en un boliche una chica que salía del baño ofreció un saque y le acepté, me gustó, no me morí, no quedé tonto. Respecto a los ácidos es algo que para mí debería ser en grupo, en el delta, lejos de la urbe y mucho más aun si se toman hongos, las energías de la ciudad te pueden pegar un viaje desastroso.
Sobe.

3/9/06 16:11  
Blogger Gonzalo Hernández Suárez dijo...

No puedo sino estar punto por punto de acuerdo con el amigo enmascarado respecto a los ácidos y los hongos, a pesar de que no he probado estos últimos. Pero sí, para tener un viaje horrible y ver justificados todos los miedos injustificables previos al experimento, mejor es esperar a una ocasión precisa, id. est, la compañía y la locación en que te sientas completamente a gusto y sepas que nadie va a molestarte. Ni aún tú mismo, todo hay que decirlo.

Si estás trancado en los porros y el vino es lógico que los encuentres aburridos. No porque en sí lo sean, sino porque estás deseando hacer otra cosa pero no te la permites. Las razónes o sinrazones para justificar o refutar ello sobran (basta con leerte), el punto no es ese, sino lo que dice vacía con total certeza. Se trata de las ganas.

La merca es poco aconsejable. Puede divertirte un rato, pero es demasiada la basura que anda dando vuelta, y en mi caso las resacas son demasiado malas como para justificar lo demás. No sé cómo será en Argentina, pero lo que puedes conseguir en Chile, de no ser un tocado de la mano de Dios, es definitivamente mierda.

Quédome con la piscola. Un abrazo.

3/9/06 18:51  
Blogger salgadoboza dijo...

Así con la merca. A mí me resulta dolorosa ingerirla porque las retribuciones morales al día siguiente son horribles: siéntome mal con toda la gente que me quiere. Me da vergüenza mirar a mi madre y hermana. Es horrible.

3/9/06 20:29  
Blogger salgadoboza dijo...

Ah. Olvidaba mencionar el hecho jocoso de cuando Gernández tomó un ácido en cierto desierto lovecraftiano oyendo con un amigo el disco de Mike Patton "Pranzo Oltransista" y ambos mozuelos salieron huyendo de la porquería auditiva. Cierto efecto de fonofobia. Muy extraño.
Y Gernández corriendo por el desierto con un libro abierto queriendo encontrar a Cesárea Tinajero.
Hermoso.

3/9/06 20:32  
Anonymous Anónimo dijo...

por supuesto que me colaría una pepa con ustedes en cierto y renombrado desierto del norte chileno.
Con respecto a los excesos no puedo más que reincidir en las perogrulladas. Pero, una vez más, citaré lo que el periodista Symms dijo al locutor Hernandez: 'coca sin coco es caca'.

4/9/06 13:16  
Anonymous Anónimo dijo...

Creo que en cierto punto el asunto de las drogas puede tener que ver con extasiarse, es decir, con aflojar el panóptico del yo vigía y salir de uno mismo, dispararse a otros estados, conectar con otros mundos que coexisten con este. En ese sentido, creo que se trataría menos de expandir la conciencia que de burlarla.

4/9/06 15:19  
Blogger tate dijo...

Salgado boza: un divino. Hay que cerrar la puerta de la habitación con llave y no volver a entrar. Con el caño verde y el vinich es mas que suficiente.

4/9/06 17:31  
Anonymous Anónimo dijo...

'Dios Rodrigo', así se lo conoce por Santiago, en efecto.

4/9/06 21:24  
Anonymous Anónimo dijo...

cuento apenas mi pobre experiencia: me gustaba tanto la lafru, que la dejé, porque supe que me metía en un tobogán complicado, pero me divertía mucho tomarla, aunque era consciente de lo insoportable que me ponía.
el rropo tiene lo suyo, y las pepas anduvieron bien hasta que me tomé una que me pegó para la mier, pero todo eso fue de más joven, ahora siento que mi cuerpo está viejo para bancarse esas tormentas, no lo digo de melanco, creo que es cierto, y a lo que nunca me animé aunque me ofrecieron, fue a los hongos y a la aguja, el primero porque temí envenenarme con la intoxicación, y el segundo porque me lo imaginé como una agresión muy gruesa, y que atravesar ese límite ya implicaba aceptarse tal vez en un lugar, en fin, sin leyes, por decirlo de alguna manera, y la verdad, no me lo banqué.
pero contra el bajón del faso, un nevadito es lo mejor que hay, aunque los pulmones, bueh, ni hablemos.
creo que todos alguna vez debieran caminar el camino de algunas drogas, para saber qué es un poco, apenas, una asomadita en aquellas más fuertes, y que después nadie te la venga a querer contar, porque además hay tanto barullo boludo con eso, que vale jugar para sacarse el miedo, sobre todo a uno mismo.

5/9/06 01:07  
Blogger salgadoboza dijo...

Y dale con poner en altar (ojalá que fuese de sacrificios, ya que pronto tocará Slayer) a quien no se lo merece.
Tengo los pies de barro y la frente hecha trizas y de divino ni una pizca.
No jodan.

5/9/06 01:27  
Anonymous Anónimo dijo...

Pailos: déle para adelante, nomás. Consejo: no sucumba a la tentación de incluir a los hongos dentro de la categoría 'drogas duras'. (Más bien, según ellos mismos me dijeron, habría que ponerlos en una categoría separada de todo el resto.) Y si realmente anda con ganas de experiencias que agudicen los sentidos (como las que inducen, en efecto, los cucumelos), rodéese, más que de paisajes idílicos, de seres comprensivos, en lo posible con experiencia en la materia.
De otro modo continúe con la maravilla del vino y el porro, que funcionan mejor separados.
Un abrazo.

5/9/06 02:28  
Anonymous Anónimo dijo...

Este miércoles 19 hs en VH1 empieza una serie de documentales sobre las drogas, la generación beat y la exploción de consumo en los 60's. Ví los avances y son promete(tenta)dores

5/9/06 12:28  
Anonymous Anónimo dijo...

Sobre drogas, nada más diré.
Sí diré sobre la generación Beat. Vi, hace tiempo, en la Lugones, creo que con V. y Cobiñas (pero mi memoria puede engañarme, mis deseos de haberlo visto con ellas puede engañarme) un documental sobre, digamos, poesía Beat. Ex-ce-lente.
No tengo ningún dato más.

5/9/06 13:10  
Anonymous Anónimo dijo...

Matías Pailos @ 2006-09-02 14:17 said:

para mí es bastante claro, señorita pianista.
Ustedes son muy vagos, no tocan casi nunca.


1. Lo saludo.
2. ¿Se erigió en el "tú" del post?
3. Preferimos "apáticos", o "depresivos".
4. Gracias por su visita.
5. Me voy y lo dejo drogarse tranquilo.

6/9/06 20:13  
Anonymous Anónimo dijo...

'tu', 'vos', 'usted'... dominamos todos los registros (incluso el registro plural).
Concedo: son algo apáticos y medio depresivos. No vagos, no vagos.
De nada.
De nada.

7/9/06 10:35  
Anonymous Anónimo dijo...

Drogas, ¿para qué?
Fleco

30/9/06 21:00  

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