La gorda
Odio que se oculte detrás de su voluminosidad, que la utilice como un escudo adiposo que justifica todos sus defectos, con el cual me hace sentir culpable y a la vez incapaz de agredirla.
Odio esa vocecita de tiza que le nace de la boca del estómago y sus ojitos negros, sucios y escrutantes, sobre el plato hondo de su cara achinada por el exceso de carbohidratos.
Odio la pereza con la que arrastra esos pequeños y sufridos pies que fallan al momento de soportarla mientras escupe, gesticula y chilla parte de la historia argentina al frente de una clase de 120 almas, que contemplan convulsas el espectáculo entre somnolientas, divertidas y asqueadas.
Odio su insoportable bambolear de boya marina, sobre la uniforme línea del horizonte de cabezas que forman mis compañeros, que me enferma y me provoca nauseas.
Odio ese maldito espejo que es su persona, que refleja todas mis miserias, que me impide con su grotesco realismo pasar como Alicia hacia el país de las maravillas, de las modelos rápidas y de la comida de goma.
Nacho
Odio esa vocecita de tiza que le nace de la boca del estómago y sus ojitos negros, sucios y escrutantes, sobre el plato hondo de su cara achinada por el exceso de carbohidratos.
Odio la pereza con la que arrastra esos pequeños y sufridos pies que fallan al momento de soportarla mientras escupe, gesticula y chilla parte de la historia argentina al frente de una clase de 120 almas, que contemplan convulsas el espectáculo entre somnolientas, divertidas y asqueadas.
Odio su insoportable bambolear de boya marina, sobre la uniforme línea del horizonte de cabezas que forman mis compañeros, que me enferma y me provoca nauseas.
Odio ese maldito espejo que es su persona, que refleja todas mis miserias, que me impide con su grotesco realismo pasar como Alicia hacia el país de las maravillas, de las modelos rápidas y de la comida de goma.
Nacho
Etiquetas: Relatos
23 Comentarios:
Escrito para el taller de Alberto Laiseca, año 2000. Tema: "Describir a alguien que odiemos".
Está muy bien escrito, en mi humilde parecer. Especialmente el último párrafo, que viene a ser distinto que los demás. Ahora me quedo pensando en quién habrá podido ser esa odiada dama. De chusma nomás, ¿vio?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gracias Jus. Puedo satisfacer el requisito de curiosidad. La odiada dama es alguien que "chilla parte de la historia argentina al frente de una clase de 120 almas, que contemplan convulsas el espectáculo". Es decir, una profesora del CBC.
Mi autocrítica del texto es que no cumple la consigna. O peor, sólo la cumple formalmente. No creo que haya verdadero odio en este escrito. Sólo se puede odiar a los seres queridos.
Se viene Teoría de la Acción Seductiva [publicidad subliminal]
queremos el nombre, nacho. el nombre... ja ja...
por lo pronto, yo busqué el nombre de tu profesor del taller y descubrí que es un nombre de verdad y un escritor y que publicó muchos libros. entre ellos, uno que se llama "matando enanos a garrotazos", de donde salió el título de la crítica sobre TROPA DE ELITE (acerca de la cual AI había dicho que iba a escribir algo) que se publicó en PAGINA 12, "matando negros a garrotazos".
ah, descubrí una revista on line que está súper buena:
http://elinterpretador.com.ar/
seguro que ya la conocen todos, pero bueno, yo la vi recién ahora...
y ya reservo mi ejemplar de Teoría de la acción seductiva...
besos.
Nacho gustó leerlo. Que le llueva suerte!
Gracias Juli. No conozco la revista pero le vamos a dar una lectura.
Julieta, gracias. Me encantó lo de "Nacho gusto". Pienso utilizarlo de aquí en adelante, ¿tengo su permiso?
jajaj claro nacho!
Y sí...practique yoga un tiempo. Tendría que volver.
Siga escribiendo así nos leemos!Que gusta!
Saludos!
A juzga por el post, el tema del taller podría haber sido "La vaca". (je)
Un destilado de odio. Le hubiera agregado cosas que le haría o que quisiera que le pasaran a la gorda.
A mí, una de las cosas que más temor me provocan, es la dictadura de los débiles...arratrando sus complejos, frustraciones y contagiando todo a su alrededor...
Un saludo.
bueno, Nietzsche, bueno...
Julieta, sera un placer leernos. Aunque debo confesar que soy un mal blogero. Escribo de vez en cuando, leo poco y comento menos.
Fede, creo que si le agregara algo eso serían enemas.
Gordas + enemas = Laiseca
Una fórmula que no falla. Soy un fiel discípulo. El problema es que los sádicos de Laiseca siempre se terminan enamorando de sus víctimas.
Gracias anónimo.
Carlos, la dictadura de los débiles... debe haber más de una película que refleja esta máxima y ahora no puedo acordarme ninguna.
Un placer tenerlo de lector. Abrazo.
ni Laiseca se salva de una consigna tan forra, cuando éstos señores escritores-poetas dan sus talleres lirerarios, evidentemente lo hacen para infradotados; que consigna tan pedorra y que ejercicio tan mediocre
Nacho - resultaste escritor nomás. Qué talento. Cómo si la tuviera delante. te felicito.
Anónimo. En otra época conicidiría con vos. Pero una de las cosas que aprendí de Alberto es que no hay que ser hipercrítico. ¡Grande Maestro! La hipercrítica no sirve para escribir, ni para la vida, ni para nada. Además me cagué de risa yendo y escribiendo estas cositas. Una anécdota muy buena del taller fue cuando Laiseca nos pidió que lleváramos citas para después plagiarlas en un texto. Yo llevé una cita de Nietzsche cuya oscuridad sólo llegué a comprender después de que el Maestro me mirara y me dijera "¡Qué oscuro!". Así todos los participantes iban citando sus fragmentos, que Oscar Wilde, que Froid, que Baudelaire, etc. Hasta que llega el turno de un amigo y le dice a Laiseca: "Yo no creo en Jean Paul Sartre, Yo no creo en Carlos Marx. Shakira dixit".
:D
Gracias elastichica. Me alegra que te haya gustado.
Estimado Nacho:
Déjeme decirle una cosa: usted es un obsecuente -un espécimen muy particular de obsecuente. ¿Veremos , con el correr de los posts y los comentarios, el momento en que florezca en usted ese máximo de obsecuencia que se asoma de a ratos y vuelve a esconderse para escribir, algunas veces, cosas en las que, por un lado, amaga con realizar una crítica mordaz y tan aguda como a cualquiera le gustaría proferir en un momento de enojo, y, al mismo tiempo, tapar con el velo de las palabras vacías aquella obsecuencia infantil que parece tan arraigada a su esencia?
Saludos
Da la cara, Anónimo: no seas puto.
Estimado anónimo, me aburre.
Borregos que discuten sobre la palabra ya escrita por alguien...me aburre. Todos me aburren y se las dan de cuando lo importante aca es decir.
Arcoiris
(preferiría no terminar la entrada con un comentario negativo)
:D
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